¿Cómo siente al equipo?

Bien, con energía. Cuando pierdes es duro, te sientes alicaído. Luego va volviendo la energía, las ganas de competir, de demostrar en el siguiente partido, más en la situación en la que estamos, con fuerza, vitalidad y concienciados.

Esto es un vaivén emocional. De dos victorias a tres derrotas. De ser muy guapos a ser muy feos.

Es que ese es el día a día, tanto individual como grupal, del futbolista. Cuando cometes un error, te meten un gol, es normal que te sientas fastidiado, que asumas esa culpa... hasta el siguiente día, que ya focalizas lo que te viene. Al final se trata de superarlo, aprender de un pasado, que no se puede cambiar, y centrarse en el futuro. Todo se centra en afrontarlo sin arrastrar lo hecho y más en estos cinco partidos que quedan.

Es el momento de los líderes del vestuario. Usted es de esos.

Hay gente joven que no está acostumbrada a esta situación y entre los demás les tenemos que ayudar en este aspecto psicológico. Cada uno tiene su forma y lo sabe expresar de una manera u otra. Debemos estar tranquilos de mente, no pensar más allá de darlo todo, lo mejor de ti. Porque si no te centras en jugar a fútbol, en tu tarea, te desvías y te atenaza. No hay que tener ese miedo a fallar. Sabemos que queda poco, pero hay que asumirlo desde la normalidad, centrados, sabiendo que es un juego en el que hay que dar lo máximo desde dentro de ti. Y si haciéndolo no logras el objetivo, al menos, te quedas con la conciencia tranquila.

Andrés se quejó de los críticos. ¿Es más fastidio o motivación?

Las críticas están en nuestro día a día. Habrá gente a quien le motive para callar a otros. En mi caso no es así. Me quedo tranquilo con el trabajo que hago. Asumo que puedo equivocarme como pueden equivocarse los demás. Pero si di todo lo que tengo, no me dejé nada, aunque cometí un fallo, se puede asumir. Lo que no es asumible es no intentarlo, no darlo todo. En el fútbol hay mucho oportunismo. Pasas de ser muy malo a muy bueno en un día porque haces dos goles o, siendo defensa o portero, porque fallas y te meten. Es así. Estamos acostumbrados, pero sabemos que va más allá. Por eso no hay que estar preocupados por la situación, sino hay que estar concienciados por la situación. Afrontar lo que tenemos, pero con la tranquilidad de que es un deporte, un juego, pero dando lo máximo de ti, sin dejar de hacer cosas por miedo a hacerlo mal.

Es que hay poca memoria. Usted no olvidará tan fácil su pasado de lesiones. Es su primera temporada con continuidad desde...

Han sido unos años complicados, de lesiones y enfermedades. Quizá justo ahora es cuando mejor me estoy encontrando. Pero creo que llevo una línea bastante regular, con partidos mejores y otros peores. En ese sentido, de los años que venía, estoy realmente contento a nivel personal. Está claro que aún puedo dar más y quedan cinco partidos para ayudar al equipo y aquí lo que importa es que nos mantengamos porque eso hace que cada uno seamos mejores. Tenemos que remar todos en esa dirección.

Empezó de suplente pero ahora es titular fijo entre los tres centrales. ¿Vuelve a sentirse futbolista?

Cuando estás acostumbrado a entrenar todo los días quizá no lo valoras. Cuando te quitan eso durante un tiempo prolongado lo vuelves a apreciar. El poder volver a hacerlo, el estar disponible todos los días, incluso a pesar del coronavirus, es una alegría enorme para mí. Estar ahí, competir, estar con los compañeros, el ambiente de partido es lo que nos gusta a todos. Y luego ya jugar, pero sólo con lo otro ya te sientes futbolista y era algo que no sentía estos años.

"Han sido unos años complicados de lesiones y enfermedades. En ese sentido, estoy realmente contento a nivel personal"

A la vera de Pacheta debe ser difícil tener un pensamiento negativo. Es pura dinamita mental.

A nivel mental le dio confianza al equipo, hacernos creer más en nosotros mismos, con más fuerza para afrontar el siguiente partido. Eso te lo demuestra en el día a día, en el partido, ese espíritu de creer, desde la humildad. Está siendo muy importante. Podemos perder partidos, que es lo normal, pero seguimos insistiendo, con esa alegría vital para sacar la situación.

Y les ha dado más verticalidad, seguridad atrás, un estilo y un grupo de nombres fijo... Aunque parece que se ha perdido tacto para manejar la pelota. El Getafe aprovechó esta faceta con una red.

Es complejo. No creo que haya grandes diferencias entre los partidos que ganamos y estos que hemos perdido. Quizá sí tuvimos algo más de acierto y nos pusimos por delante. Llevamos unos meses que cuando nos adelantamos somos muy fiables, pero darle la vuelta nos cuesta más. Últimamente habíamos mejorado nuestros registros goleadores y estábamos bien atrás para salir más fino al contraataque. Pero cuando se adelanta el otro equipo quizá no estamos tan acertados para mover el balón, llevarlo de un lado a otro, hablar más... Depende de lo que requiere cada partido aunque sí tenemos la capacidad de hacer más cosas porque tenemos jugadores con habilidad para jugar más en corto. Eso depende del rival. El Getafe se pone por delante en el minuto veinte, se repliega bien, te deja pocos espacios... Nuestra idea es bastante clara, pero necesitamos ese poquitín de acierto, que tiene que volver en estos partidos que quedan, como la contundencia atrás.

En el calendario que queda solo tienen dos partidos (Real y Betis) con rivales con algo en juego. ¿Es un beneficio o un tópico más?

Si me dan a elegir prefiero jugar contra ese tipo de equipos, que estén en mitad de tabla. Es Primera y todos tienen jugadores de mucho talento que te pueden ganar partidos, pero no tienen esa intensidad competitiva que te hace luchar por la permanencia, por estar en Europa o ganar la Liga. Al final es como todo, porque si te juegas algo estás también con más presión y ansiedad de perder los puntos y quizá por ello es más fácil ganarles.

"Somos un equipo que ya ha demostrado que se puede levantar, que cayó y logró salir de la zona de descenso. Estoy convencido de que lo vamos a volver a hacer"

¿Qué supondría recuperar al público para esas dos jornadas finales en El Alcoraz?

Sería una noticia perfecta, genial. No solo para nosotros, sino para todos, y más para la gente, para la sociedad. Llevamos más de un año de pandemia, de esa sensación rara de llegar a los estadios y no ver, no escuchar a nadie. Sin sentir esa pasión del aficionado. Volver a enganchar a la gente al fútbol, a que vean en primera persona el juego desde su asiento, y no por la tele, sería algo extraordinario para todos.

¿Por qué se salva el Huesca?

Porque no reblamos. Porque somos un equipo que ya ha demostrado que se puede levantar, que cayó y logró salir de la zona de descenso. Estoy convencido de que lo vamos a volver a hacer. Somos competitivos y lo vamos a demostrar en estas cinco jornadas que quedan hasta el final.