Desengaño en 4 minutos

Así fue, en cuatro minutos selló la permanencia en Primera el Cádiz y, pese a que el Huesca lo intentó durante toda la segunda parte, el equipo local consiguió llevar el partido a su terreno. La posesión fue claramente azulgrana durante todo el encuentro, más todavía en la segunda mitad, pero dos despistes condenaron a los de Pacheta, que no mantuvieron esa solidez defensiva que suele caracterizarles y encajaron dos goles. 

Esos instantes de tensión del final de la primera mitad se extendieron solo hasta el 46 del añadido. Después de que el sol resplandeciese durante todo el día en la ciudad andaluza, la lluvia llegó con una tormenta eléctrica y con ella el primer gol del Cádiz. Tras algunas muestras de fragilidad en la zaga metió Marcos Mauro, de cabeza. Entró rápido, sin marca, a dar el testarazo y poner el 1-0 en el luminoso. Pacheta, desde la banda, se quejó de que nadie le hubiese siquiera molestado.

Los azulgranas contestaron después de este primer aviso, que llegó en el minuto 42 sin preludios en ninguna de las áreas. No había habido más tiros a puerta. Pues tres minutos más tarde Rafa Mir dejó sin habla a toda persona presente en el Ramón de Carranza. Su reencuentro con el gol fue espectacular, desde un punto algo escorado y bastante alejado del área. 

Le dedicó ese momento ilusionante a su compañero Pablo Insúa, que pasa por una lesión grave y por el que los once elegidos por Pacheta saltaron al verde con una camiseta en la que se leía el mensaje ‘Ánimo Pocho’. Sin embargo, ese sabor a posible remontada no duró por mucho tiempo. El equipo echó a perder una buena oportunidad de puntuar como visitante en una jornada en la que, por el momento, los resultados se habían dado de cara para el Huesca. 

El Elche perdió el viernes 2-0 contra la Real Sociedad y el Levante y el Alavés empataron a dos. No se aprovecharon de esto, ya que escasamente un minuto después del único gol oscense marcó de nuevo el Cádiz. De hecho, fue un gol en propia puerta de Gastón Silva, pero si el central visitante no tocaba el esférico seguramente se habría colado igual por el remate del Choco Lozano o algún otro cadista que hubiese llegado en el momento apropiado. 

Otro signo de una defensa endeble y que supuso un jarro de agua fría para que el Huesca se fuese al descanso por debajo en el marcador. Y precisamente en el paso por vestuarios el Cádiz debió de hablar de lo que buscarían desde entonces. Si no habían tenido la posesión y habían conseguido marcar dos goles, algo propio del equipo de Álvaro Cervera, todavía les interesaba menos hacerse con el dominio cuando iban ganando. 

Y así plantearon los locales la segunda mitad, dejar tocar al Huesca. Incluso permitirle que se acercase al área. Pero impidiéndole tener cualquier clase de éxito gracias a una defensa bien armada. Los de Pacheta no se rindieron, hasta el final trataron al menos de sacar un punto de su viaje a Cádiz. En el minuto 50, Siovas remató un centro de Mikel Rico sin éxito. Sandro, desesperado, se quejó de la acción porque consideraba que llegaba con más facilidad para pegarle de cabeza.

Tras mover el banquillo hubo algún acercamiento más por parte del Huesca, pero sin peligro significativo. Rafa Mir volvió a probar a disparar desde lejos, pero no acertó entre palos. Y así, tras mucho intentarlo, al borde de la desesperación, acabó el partido la SD Huesca, que tendrá que mirar los resultados de este domingo para saber si con su derrota no se aleja demasiado de esa ansiada salvación.