El Huesca juega en casa, desde las 22.00 horas de este domingo, por segunda vez consecutiva, ante un Cartagena con bajas, con el objetivo se seguir en la senda del triunfo tras derrotar al Eibar en el partido inaugural del campeonato. Dado el buen juego y el resultado favorable del anterior encuentro del conjunto altoaragonés, todo hace indicar que no habrá cambios en el equipo inicial, ya que tampoco tiene por ahora muchos más recambios Nacho Ambriz.

La llegada en esta semana del delantero centro paraguayo Isidro Pitta, que debería ser una referencia en ataque, no alterará el once inicial del mexicano y todavía no tendrá los primeros minutos en el campo para que poco a poco se haga con el puesto de titular. Tanto en la portería con Andrés Fernández, como en la línea defensiva, no se prevén relevos y seguirá en el centro de la zaga Cristian Salvador junto a Jorge Pulido, escoltados en las laterales por Buffarini en el lado derecho y Mateu, en el lateral izquierdo.

En el centro del campo tampoco habrá novedades, con Mikel Rico, Jaime Seoane, y Kelechi Nwakali; y seguirán en el tridente ofensivo David Ferreiro por el extremo preferentemente izquierdo, y Joaquín Muñoz por la banda derecha. Arriba, en punta, Escriche. «Tenemos que jugar con un ritmo alto, no solo 30 minutos como en el primer partido ante el Eibar sino muchos más minutos, y además dar una buena imagen para que los aficionados estén contentos», explicó Ambriz.

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El Cartagena, tras su mal inicio (derrota por 1-3 contra el Almería), se presentará en el estadio El Alcoraz otra vez con la baja del centrocampista argentino Pablo de Blasis, lesionado, a la que se suma la del francés Yann Bodiger, y con la consigna de su entrenador, Luis Carrión, de «jugar con más personalidad y valentía» que en el estreno. Su gran peligro sigue siendo Rubén Castro.