Tiene su punto este Huesca. A base de orden, seriedad y rigor, el equipo aragonés se las apañó para cortar el rollo a un líder que llegaba al partido calzando botas de siete leguas pero que se vio frenado por un Huesca que dejó al Almería sin su octavo triunfo seguido y que, incluso, estuvo a punto de darle un disgusto mayor de no haber sido por el VAR, que anuló un tanto de Seoane. 

Le costó a la escuadra de Xisco, en todo caso, sacudirse el complejo de inferioridad ante un Almería que comenzó el choque luciendo palmito. A base de una buena presión alta y con Arnau y Sadiq en continua asociación, el equipo andaluz buscaba siempre el ataque por su derecha, donde Miguel sufría de lo lindo. Un disparo alto del delantero después de que el centrocampista probara a Andrés a los tres minutos obligaba al Huesca a despertar cuanto antes.

Y lo hizo con una clara ocasión que, sin embargo, fue a parar al menos indicado. Una rápida transición culminada con un gran pase de Gaich, en lo único potable que hizo un delantero con notables carencias técnicas, para que Salvador encarara a Fernando derivó en un horroroso disparo del azulgrana, que malogró la mejor oportunidad de un Huesca que poco antes se había librado del gol en un remate alto de Curro.

Al menos, el fallo de Salvador parecía haber espabilado a los aragoneses, pero un error defensivo propició un claro penalti de Pulido a Sadiq que el nigeriano ejecutó de horror para perdonar a un Huesca que volvía a respirar. El lanzamiento a lo panenka del delantero se marchó mucho más desviado que un posterior tiro de falta de Curro que se estrelló en el poste izquierdo de Andrés.

Un ensayo de Seoane que se marchó fuera dejó el pleito pendiente de una segunda parte en la que el Huesca volvió a sudar la gota gorda al inicio, cuando Arnau apuntó mal tras recibir de Pozo

El plan estaba claro. Repliegue intensivo como en la primera parte, ayudas y solidaridad a raudales para dejar las opciones ofensivas en manos de transiciones rápidas. Para ello, Xisco prescindió de Gaich para incluir en la contienda a Juan Carlos. El movimiento perseguía, por un lado, más presencia en el centro y, por otro, explotar la velocidad de Joaquín, convertido en delantero centro.

El Huesca no sufría y amenazaba con crear peligro a los solventes pero no rápidos centrales locales, que no pudieron con Joaquín cuando, tras recibir un gran pase de Marc Mateu, el andaluz esperó al momento idóneo para encontrar a Seoane y este solo tuviera que empujar el balón a la red. Sin embargo, el VAR tiró de escuadra y cartabón para anular el tanto por milímetros.

El Huesca resistía bien, aunque padeció con la entrada de los habilidosos Ramazani, que rozó el gol en una falta directa, y Appiah, que probó a Andrés desde lejos. También se escapó por poco un tiro de Rico tras una genialidad de Seoane. Nada se movió. El Huesca tiene sentido. 

UD Almería: Fernando, Pozo, Chumi, Babic, Akieme, De la Hoz, Arnau (Ramazani, m. 59), Portillo (Villar, m. 79), Lazo (Appiah, m. 59), Curro (Robles, m. 70) y Sadiq (Sousa, 70).

SD Huesca: Andrés, Ratiu, Pulido, Miquel, Miguel, Salvador, Mosquera, Joaquín (Pitta, m. 77), Marc Mateu (Rico, m. 68), Seoane y Gaich (Juan Carlos, m. 51). 

Árbitro: Gálvez Rascón (comité madrileño). Amonestó a Akieme, por parte del Almería y a Gaich, Pulido, Ratiu, Miguel y Joaquín, del Huesca.

Incidencias: 9.486 espectadores en el estadio Juegos del Mediterráneo.