SEMANA SANTA

Semana Santa de Zaragoza: el Ecce Homo cumple 75 años a golpe ronco de matraca

La cofradía del Arrabal estrena un guion confeccionado en el propio barrio. Entregan comida a 25 familias y prevén un servicio de refuerzo de estudios a estudiantes

El Ecce Homo a su paso por el puente de Piedra con la basílica de El Pilar de fondo en su procesión del traslado.

El Ecce Homo a su paso por el puente de Piedra con la basílica de El Pilar de fondo en su procesión del traslado. / JORGE SESÉ

Su sencillez y sobriedad es propia de una cofradía de silencio, pero el ronco sonido de las matracas, acompañadas de las timbaletas, expresa lo contrario. Se trata de la Cofradía del Santísimo Ecce Homo y de Nuestra Señora de las Angustias que cumple 75 años. Lo hace con una cartilla de 200 hermanos, todos ellos en torno a una de las devociones más antiguas de Zaragoza, la del Ecce Homo de San Felipe, una talla anónima del siglo XV y una de las joyas de la Semana Santa de la capital. El arraigo al Arrabal, su barrio, es una de las señas de identidad.

La historia personal de su hermano mayor, José Luis Oliván, es un claro ejemplo de ello. Tiene 55 años y desde 1977 forma parte de esta cofradía a la que entró, junto a su madre Juana, por cómo hablaba su vecina Angelina de la imagen de su titular y de las bondades de la cofradía. «He pasado por todos los puestos antes de estar al frente de esta cofradía», señala, mientras no puede evitar destacar que fue jefe de una de las secciones de instrumentos más especial de la Pasión zaragozana al no haber ni un solo tambor ni bombo entre sus filas.

«Reconozco que el tambor es un atractivo y que muchas cofradías aumentan sus hermanos gracias a él, pero estamos satisfechos por nuestra idiosincrasia», destaca. Muestra de ello es que el número de cofrades no les ha bajado pese a la pandemia en la que han tenido que lamentar muertes por culpa del covid19. Entre sus nuevos hermanos destaca un tarraconense y una malagueña.

Matraca empleada por la cofradía.

Matraca empleada por la cofradía. / JORGE SESÉ

Algo inimaginable en 1947, año en el que el sacerdote Francisco Izquierdo Molins, consiliario de la Juventud de Acción Católica y fundador de la Cofradía de las Siete Palabras, anunciara, mientras se realizaba la Predicación de las Palabras, la fundación de esta cofradía que retomaría la tradición de los terceroles aragoneses, utilizando en sus procesiones un instrumento tradicional de Aragón: la matraca o doblera.

Dos imágenes procesionaron  los hermanos de esta cofradía: «El Balcón de Pilatos» conjunto de varias figuras cuya imagen del Ecce Homo fue tallada en 1818 por Tomás Llovet y que todavía se conserva y su imagen titular en la actualidad. De hecho, con motivo de este 75 aniversario, esta hermandad estrenará un guion bordado en los talleres Olga, localizado en el barrio, y el Domingo de Ramos, en su tradicional procesión del traslado desde la iglesia de San Felipe a Nuestra Señora de Altabás lo harán también con el Ecce Homo de Llovet que recogerán en San Cayetano e irán a San Felipe para recoger a su antiquísimo titular y caminar hacia el Arrabal. Cruzarán el puente de Piedra con la basílica de El Pilar de fondo creando una imagen que no es habitual.

Nueva publicación.

Pero no solo miran al pasado. En su labor de caridad, en la que destaca que semanalmente hacen la compra a 25 familias necesitadas del Arrabal, quieren recuperar unos talleres de ayuda al estudio a los jóvenes del barrio.