La Semana Santa es fe, es arte, es tradición y también es economía. Reflejo de ello es el impacto que generó en 2019, año prepandemia, en Zaragoza con 29,5 millones de euros. Un estudio realizado por el profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo de la Universidad de Zaragoza, Iván López Pardo, así lo resalta, a la vez que señala que dos de cada cinco visitantes eran extranjeros.
López presentó estos datos durante una mesa redonda organizada por la Asociación para el Estudio de la Semana Santa que preside Ricardo Navarro y en la que se invitó al director de la cátedra de Estudios Cofrades de la Universidad de Málaga, Benjamín del Alcázar, quien explicó que en la ciudad andaluza existe una industria cofrade que generó en el 2018 nada menos que 103 millones de euros frente a los 82,5 de 2016.
El investigador zaragozano destacó, cifras en mano, el valor económico de esta celebración a partir de un estudio que solo se centra en visitantes, no en el gasto que generan también las propias cofradías y los zaragozanos. Afirmó que de los casi 30 millones de euros el 16,4 millones es impacto directo del que recalca, por ejemplo, que el 70% de la factura se la lleva el alojamiento. En cuanto al gasto indirecto, unos 13 millones, van a la hostelería y a otros gastos culturales. «El visitante que elige Zaragoza para vivir su Semana Santa también destaca la ciudad por su oferta cultural, se siente atraído por la monumentalidad de la capital», destacó López.
El perfil es principalmente de origen español, destacando catalanes un 12,8% seguidos de madrileños y valencianos, en torno al 10%. El rango de edad que más se repite es entre los 36 a 49 años y de los 50 a 56 años y que, principalmente, se desplaza en coche, un 45,9%.
La estancia media es de tres días, según su estudio representado por un 36,3%, cuando el resto de la media del año es de una noche. El 53,5% de los que visitaron la capital aragonesa comenzaron y finalizaron sus vacaciones en la ciudad, mientras que un 35% continuó a otro destino. Unas cifras que ponen en valor en la Semana Santa como la segunda mejor época del año después de las Fiestas del Pilar que generaron un impacto de 64,7 millones.
Unas cifras que están lejos de Málaga, donde, tal y como señaló el director de la cátedra de Estudios Cofrades, la ciudad ha sabido crear un producto que se ha convertido en una oferta turística. Zaragoza puede, pero tal y como destacó «hay que trabajarlo».
El gasto medio diario del turista en la ciudad sube a los 90,43 euros y 45,47 en el caso de los malagueños. «Nosotros consideramos que la Semana Santa no solo mueve la economía el de fuera, sino también el ciudadano», destacó.
Muestra de ello es que las 41 cofradías manejan un presupuesto de 8 millones de euros que generan «inversión» puesto que el 21% va destinado al mantenimiento del patrimonio, el 19% a las salidas procesionales y un 12% para la obra social.
«Hay que pensar que las cofradías permiten que muchos artesanos vivan como orfebres, restauradores, imagineros, cererías, floristerías, bordadores, joyeros,...», aseveró Alcázar, quien añadió que en cuanto a caridad en la capital malagueña ayuda a muchas familias socialmente en conceptos como formación o en la creación de un economato social para los más necesitados. Una realidad que se engloba bajo el concepto de industria cofrade y que es, en estos momentos, una tarea pendiente en Zaragoza en su puesta en valor de la Semana Santa.
