El doble homicidio podría ser obra más de delincuencia común de importación --bandas extranjeras-- que de terrorismo maoísta --GRAPO--, según expertos policiales. La gratuidad y la extraordinaria violencia empleada, así como la ausencia de explosivos, permiten descartar, por el momento, el móvil terrorista. Las fuentes destacan la "estrategia clara", la "abundante información recopilada" por la banda y la "perfecta ejecución" en el asalto. Esas características serían aplicables tanto a bandas organizadas del Este de Europa o América Latina como a comandos del GRAPO. Este grupo ya asesinó en Zaragoza al vigilante de Prosegur Manuel Escuder en abril de 1993 y asaltó a otros dos guardias jurados de Prosegur en Barcelona.