Los joyeros ya no pueden más con el grado creciente de inseguridad en que desarollan su actividad profesional. El secretario general del gremio de joyeros, plateros y relojeros de Madrid, Armando Rodríguez, pidió hoy al Gobierno, tras el asesinato el martes de un joyero en Madrid, que abandone la cobardía política y endurezca la legislación contra los delincuentes reincidentes y los extranjeros. Rodríguez recordó que el Ejecutivo prometió cambios hace un año tras el asesinato de otro joyero y lamentó que, cuando las cosas se enfrían, las promesas se olvidan y se vuelve a esperar a que haya otra tragedia para después olvidarlo.

TRES DISPAROS El suceso del martes en Madrid volvió a conmocionar al gremio. José Manuel Mateos Redondo, de 60 años, recibió tres disparos al resistirse a entregar los dos maletines repletos de piezas de joyería y que llevaba sujeto por esposas a las muñecas. El joyero llamó a un empleado y entró en parada cardiorrespiratoria. Aunque los efectivos del Samur consiguieron reanimarle, la masiva hemorragia por rotura de la vena aorta y la cava le provocó la muerte. Los dos delincuentes, que parece ser llevaban esperándole horas, huyeron en una moto sin el botín.

Rodríguez criticó que las Fuerzas de Seguridad se ven obligadas a detener una y otra vez "a los mismos". "No hacen falta más policías que detengan a los mismos, hace falta que cuando los detengan los pongan donde tienen que ponerlos", dijo.