Educación

El "efecto Belén Esteban" o cómo la escuela del barrio es el antídoto para la desigualdad en Valencia

“Estamos financiando la segregación escolar con dinero público”, dice José Manuel Rodríguez Victoriano, sociólogo educativo

Un estudio de la Universidad de Valencia encargado por el Consejo Escolar de la ciudad afirma que el distrito único que propone el PP alimenta la brecha social

Inicio del curso escolar en el CEIP El Grau de Valencia.

Inicio del curso escolar en el CEIP El Grau de Valencia. / MIGUEL ANGEL MONTESINOS

Gonzalo Sánchez

"¡Yo por mi hija mato! ¡Ma-to! ¡Que tengan cuidadito!" Estas palabras de Belén Esteban, protegiendo a su hija Andrea en el programa de tv 'Sálvame' en el año 2009 ya son parte del folclore español. Han dado para memes, tertulias televisivas infinitas, y a ella como uno de sus momentos más conocidos. Incluso han servido para formular teorías científicas.

Al final se trata de una madre saliendo en defensa de su hija, para la que quiere lo mejor. Lo más normal del mundo. Este momento televisivo le ha servido al sociólogo de la Educación José Manuel Rodríguez Victoriano de Valencia para explicar el funcionamiento de la educación privada y concertada en base a un artículo de Josep Ramoneda.

Lo llama "efecto Belén Esteban" y explica cómo familias de clase media realizan grandes esfuerzos económicos, falsifican su padrón o incluso falsean su renta. Todo para que sus hijos puedan acceder a los colegios privados o concertados donde juntarse con hijos de familias pudientes y, sobre todo, distanciarse de las clases desfavorecidas. Es una manera de garantizar la movilidad social ascendente en un momento en que la brecha entre ricos y pobres no para de crecer. Se podría decir que "yo por la movilidad ascendente de mis hijos, mato".

Valencia.Alumnos en clase en un colegio privado, en una fotografía de archivo.

Valencia.Alumnos en clase en un colegio privado, en una fotografía de archivo. / MIGUEL ANGEL MONTESINOS

"Al final esto solo provoca más segregación escolar y por tanto social. Es un círculo que cada vez se acentúa más", explica Rodríguez-Victoriano. Él es uno de los autores de "La reproducción de las desigualdades sociales en el sistema educativo: el mapa escolar de Valencia", un trabajo de tres años publicado recientemente por encargo del Consejo Escolar de Valencia. En el estudio participan decenas de sociólogos educativos especializados en distintas temáticas.

Zonificación vs distrito único

La idea central del estudio, que se centra en la ciudad de València pero es aplicable a todo el territorio, es que la mejor manera de garantizar la educación de calidad y equitativa es aplicar la zonificación. "La escuela de proximidad, es decir, la de barrio, impide la segregación escolar. Si aplicamos el distrito único, al final produciremos que haya colegios de primera y de segunda", explica Rodríguez Victoriano. La propuesta del Partido Popular, que acaba de formar gobierno en la Comunidad Valenciana frente a Vox es aplicar el distrito único.

Otra propuesta del estudio es conseguir que determinadas escuelas concertadas, sobre todo las religiosas, cumplan la ley. "A día de hoy tenemos muchos colegios cobrando cuotas a las familias que son ilegales. No se pueden cobrar. Pero lo hacen. Esto es una manera de disuadir a las familias de clase baja que, aunque les toca llevar a sus hijos a ese colegio, acaban por rechazar por las presiones", explica Victoriano.

Este último punto está documentado gracias a investigadores que pasaron seis meses en varios de estos colegios y lo vieron de primera mano. También existen datos recogidos in situ que muestran que los colegios con más nacionalidades son, con diferencia, los públicos, mientras que hay concertados (también dentro de la red pública y que, teóricamente juegan con las mismas reglas), que a penas tienen dos nacionalidades entre su alumnado. Para Victoriano "estamos financiando la segregación escolar con dinero público".

Clase de valenciano en un instituto público en Valencia

Clase de valenciano en un instituto público en Valencia / MIGUEL ANGEL MONTESINOS

Complejidad social en los colegios

Ocurre lo mismo con el alumnado de renta baja o de más necesidades educativas (una familia extranjera que no habla castellano y se incorpora a mitad de curso, por ejemplo). A esta complejidad social se suma que suelen ser los centros periféricos, con menos recursos, los que acogen a toda esta diversidad sin ningún tipo de refuerzo. "Son necesidades especiales que rara vez son atendidas por la administración, con lo que estos centros se encuentran con desventaja", explica el sociólogo.

Esta última segregación, de hecho, ocurre incluso dentro de la escuela cien por cien pública, con colegios en barrios marginales a los que no se les dota de todos los recursos necesarios para afrontar esa realidad. "No es igual un colegio del centro de Valencia, donde educan a los alumnos para que lleguen a la universidad, que uno del barrio de Nazaret, donde la principal aspiración es simplemente que acaben la educación obligatoria y que no fracasen", cuenta Victoriano.

Valencia. Inicio del curso escolar, CEIP El Grau. Alumnos en clase.

Valencia. Inicio del curso escolar, CEIP El Grau. Alumnos en clase. / Archivo MIGUEL ANGEL MONTESINOS

El diagnóstico de Victoriano es que esta situación viene de largo, y que ni el PP ni el Botánic han sido capaces de darle la vuelta. "Los barracones han sido un símbolo de que se había roto el ascensor social de la educación, de que se estaba acabando esa movilidad ascendente para los hijos de las clases populares. Pero el Botánic, aunque ha conseguido eliminarlos, no ha revertido esa tendencia. Debería haber hecho mucho más", denuncia Victoriano.