Atención familias: ¿por qué los comedores escolares no pasan el examen de la OCU?

La Organización de Consumidores y Usuarios ha estudiado más de 600 menús escolares para concluir la falta de equilibrio nutricional que presentan

El Periódico de Aragón

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El 40% de los estudiantes de Educación Infantil y Primaria hacen uso del comedor escolar a diario. Es decir, 1.800.000 niños comen en sus colegios. Para saber cuál es su experiencia 'gastronómica' en los centros y qué tan buenos son los menús, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha obtenido el veredicto de más de 600 familias. ¿El resultado? Los comedores escolares dejan mucho que desear y sus elaboraciones no se ajustan a lo recomendado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan).

De los 622 menús mensuales analizados (73% de colegios públicos, 21% de concertados y 6% de privados) ninguno ha resultado ser del todo equilibrado nutricionalmente. Además, se ha comprobado que este servicio es uno de los mayores gastos durante el curso y que su precio varía en función de la tipología del centro. Sin embargo, el mayor desembolso no siempre va de la mano de la mayor calidad.

Otro de los principales apuntes recae sobre la contratación de catering. Y es que sólo en un tercio de los comedores se cocina in situ. Por tanto, la mayoría recurren a menús envasados y refrigerados que se calientan al momento de servir. De esta forma se presentan contradicciones a lo que se suele pensar: el comedor es el lugar ideal para crear buenos hábitos.

¿Cómo son los menús escolares?

Los platos que alimentan a una multitud de niños en la escuela presentan las suficientes carencias como para suspender el examen de la OCU. Los menús de los comedores escolares se alejan de lo que se considera una dieta apropiada para los niños, en la que deben aparecer todos los grupos nutricionales.

Esto es lo que incluye una dieta infantil saludable

Esto es lo que incluye una dieta infantil saludable:

  • Alimentos ricos en hidratos de carbono como plato principal o guarnición (arroz, pasta o patatas).
  • Legumbres un par de veces a la semana, como plato principal o guarnición.
  • Cinco piezas de fruta todos los días.
  • Verdura como plato principal o guarnición.
  • Carnes, pescado y huevos alternándose en los platos principales, priorizando las carnes magras y el pescado.
  • Apostar por los guisos y el cocinado a la plancha o al horno.
  • Evitar precocinados y frituras.

Lejos de imitar a la alimentación variada y equilibrada, en los colegios pecan de cometer errores como sustituir la verdura en su forma original por purés, evitando las preparaciones clásicas como la menestra, o abusar de los alimentos precocinados. Si nos centramos parte por parte, el primer desliz recae sobre el exceso de patata y la escasez de legumbre, según lo recomendado, en el planteamiento alimenticio semanal.

Por otra parte, se echan en falta alimentos como los huevos, que deberían alternarse con la carne y el pescado de manera que aparezcan entre una y dos veces por semana en los platos. Aunque el consumo de carne y de pescado se ajusta a lo establecido (con algunos peros y posibles mejores en las elecciones del tipo), la ingesta de huevos no llega al mínimo establecido.

Los huevos, uno de los alimentos sobre los que más mitos circulan.

Los menús escolares no cumplen con el consumo mínimo de huevos a la semana. / Shutterstock

Lo mismo ocurre con la fruta de temporada y la variedad en la misma. En la escuela, los niños se han estancado en el consumo de manzana, pera y plátano, olvidando el resto, y comiendo una media de 3,75 piezas por semana. Así, la falta de fruta se suple con un exceso de postres lácteos, sobre todo del yogur azucarado, cuyo consumo recomendado está en uno semanal.

Desde la OCU se muestra preocupación por la alimentación infantil a raíz de los estudios realizados sobre comedores escolares. Los datos hablan por sí solos: el 45% de los menús son muy desequilibrados, aunque los resultados mejoran cuando la propia cocina del centro es la encargada de elaborar los platos, sin depender de un catering. Asimismo, animan a seguir las recomendaciones de los nutricionistas para equilibrar el conjunto de la dieta de los escolares.