Revolución en la medicina forense: se descubre que una persona puede tener las mismas huellas dactilares

El hallazgo ha demostrado con una fiabilidad del 99,99% que una persona puede tener idénticas señales en dos dedos distintos

Huella dactilar.

Huella dactilar. / ARCHIVO

Redacción

Revolución en la medicina forense. Ingenieros de las universidades estadounidenses de Columbia y Búfalo, en Estados Unidos, han creado un nuevo análisis de la huella dactilar mediante inteligencia artifical (IA) que echa por tierra la creencia arraigada en medicina forense de que nunca hay dos huellas dactilares iguales, ni siquiera en dedos distintos de la misma persona. Pues sí, es posible,

El descubrimiento, que se publicó la semana pasada en la revista Science Advance, ha demostrado con un 99,99% de fiabilidad que las huellas dactilares de dos dedos cualesquiera de la misma persona tienen mucho más parecido de lo que se pensaba.

Fundamentales en la resolución de crímenes

Las huellas dactilares son fundamentales en los laboratorios de criminalística para resolver casos, y en miles de millones de teléfonos móviles de todo el mundo para la autenticación digital.

Ahora, el estudio liderado por Gabe Guo, estudiante de ingeniería de Columbia, junto con otros investigadores de la misma universidad y de la de Búfalo, ha demostrado que es posible sortear esta limitación analizando diferentes características de las huellas que hasta la fecha no se tenían en cuenta.

Los estudiantes encontraron una base de datos pública del Gobierno estadounidense con unas 60.000 huellas dactilares, algunas de la misma persona y otras de personas diferentes.

Los ingenieros, extrajeron vectores de representación de las huellas y observaron unos resultados sorprendenteslas huellas dactilares de diferentes dedos de la misma persona son extremadamente similares.

Descubrieron que la clave estaba en las crestas (la zona de más relieve de la huella), ya que su orientación cerca del centro de las huellas explicaba gran parte de esta similitud y que el patrón se repetía en todos los pares de dedos de la misma persona.