Libertad provisional. Esa fue la decisión que este martes tomó el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Zaragoza con respecto a M. H. C., el joven de 20 años, detenido como supuesto autor del atropello mortal del concejal socialista de Luceni, José Raimundo Soria Lafarga,  que tuvo lugar el pasado mes de marzo. Este vecino de Gallur está imputado por un delito de homicidio imprudente, otro de omisión del deber de socorro y de abandono del lugar. 

Asistido por su abogado Alfonso Bayo, el arrestado negó ser el autor del siniestro, si bien no recordó qué estaba haciendo aquel día. Aseguró que él tiene su propio coche y que el BMW Serie 3 que pertenecía a su madre lo perdió de vista. Afirmó que se lo dejaron prestado a unos familiares que trabajan en el Rastro de Zaragoza, que sufrió una avería y que lo dejaron durmiendo en la campa. «Al día siguiente fuimos y ya no estaba» explicó, según fuentes consultadas.

Pero M. H. C. no fue el único implicado, según las pesquisas del Grupo de Investigación y Análisis de la Agrupación de Tráfico (GIAT) de la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza, ya que el lunes detuvieron a R. H. H., una mujer que supuestamente acompañaba a M. H. C. y a un amigo suyo, S. G. T., quien, al parecer, iba siguiéndole por la VP-24 en un vehículo diferente. Estos también negaron todo y fueron puestos en libertad como supuestos autores de un delito de homicidio imprudente, otro omisión del deber de socorro y encubrimiento. Estos son vecinos de Magallón y de Cortes de Navarra. 

Pero en la investigación también destaca la imputación de los padres de M. H. C., especialmente por, presuntamente, encubrir a su hijo. Estos quedaron en libertad tras declarar en la propia Comandancia. 

El caso se ha resuelto después de tres meses de diligencias en las que el GIAT llegó a pedir colaboración a los talleres de vehículos tras comprobar por las piezas rotas que el morro y el parabrisas estaría muy dañado. Pudieron determinar el modelo, el color y hasta que la carrocería era de los años 1998 a 2007. Poco a poco fueron tirando del hilo hasta que dieron con el sospechoso y la familia del mismo.

La víctima fue arrollada cuando acudía a un incendio. Tras el atropello quedó tirado en una cuneta. El sospechoso llegó a echar marcha atrás, ver lo que yacía en la vía y fugarse con el turismo.