Dos años de prisión por apuñalar a un joven las puertas de la discoteca Dubai del zaragozano barrio de Delicias. Esa es la condena que Fleury Mejía aceptó ayer ante el Juzgado de lo penal número 6 de Zaragoza, quien mantuvo que agredió a la víctima de forma sorpresiva. El ataque fue sorpresiva, por la espalda y sin mediar palabra.

Además de la pena de cárcel, el condenado tendrá que indemnizar con 12.500 euros a la víctima, así como otros 1.004 euros, tal y como solicitaba la Comunidad Autónoma, por la factura de la atención médica. Inicialmente afrontaba cuatro años de cárcel que solicitaba la Fiscalía y la abogada de la víctima, Marina Ons, que llegaron a un acuerdo con la defensa ejercida por el letrado Alfonso Bayo.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 29 de septiembre de 2019 sobre. Concretamente sobre las 05.00 horas. La víctima estaba en la calle cuando, según describió en su denuncia ante la Policía Nacional, «sin mediar enfrentamiento con lesiones o golpes previos, y sin motivo aparente, se le acercó un joven, a quien apenas conocía de vista, y se le abalanzó de manera sorpresiva y por la espalda». «Me pinchó en el costado izquierdo con un objeto punzante y cortante que llevaba en la mano», afirmó.

Tras ello, la víctima se giró, observando a Fleury Mejía con un objeto cortante en la mano que no pudo determinar, aunque cree que fue o una navaja o un cuchillo. En ese momento, supuestamente, el acusado tuvo intención de volverle a agredir con dicha arma blanca, si bien no pudo ya que la gente que estaba en las inmediaciones comenzó a sujetarle al mismo tiempo que gritaban: «Te ha pinchado, te ha pinchado».

Como consecuencia de ello, el hombre estuvo ingresado durante dos días en situación grave, ya que presentaba una herida profunda inciso cortante en flanco izquierdo abdominal con una profundidad de 9 centímetros. Asimismo, le provocó un gran hematoma en la pared abdominal.

Los especialistas del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) resaltaron en sus informes la gravedad de la lesión, si bien señalaron que no hubo riesgo vital. De ahí que el procesado se siente en el banquillo de los acusados por un delito de lesiones y no de tentativa de homicidio. No obstante, se considera un hecho agravado por haber empleado el acusado un arma blanca o instrumento peligroso; con la circunstancia agravante de alevosía.