Insólita situación la que vivieron unos sanitarios cuando fueron a atender a los ancianos de la Residencia de Remolinos y vieron que la directora del centro les prohibía la entrada. Extrañados, pidieron la ayuda de una patrulla de la Guardia Civil, que nada más llegar fue recibida a golpes por la gerente. Acabó arrestada por un delito de atentado a la autoridad. 

Los hechos tuvieron lugar en la mañana del miércoles en las puertas del geriátrico, de titularidad privada, situado en el número 11 de la calle Francisco de Goya de esta localidad perteneciente a la comarca de la Ribera Alta del Ebro. Como es habitual, los facultativos fueron a acceder para realizar la pertinente asistencia, pero las puertas no se abrían. Preguntaron qué pasaba y la propia gerente del asilo salió a decirles que tenían vetada la entrada, que se fueran. 

Inmediatamente llamaron a la sala del 062 del instituto armado para explicar lo que estaba ocurriendo en esos momentos porque no era lógico lo que estaban viendo. Una patrulla de la Guardia Civil del puesto de Alagón se desplazó para intentar mediar, pero la respuesta fue todo lo contrario. Según pudo saber EL PERIÓDICO, la directora les impidió el acceso de forma violenta hasta el punto de forcejear con los miembros de la Benemérita e, incluso, trató de arrebatarle el arma oficial a uno de ellos. 

Viendo que la situación podía revestir de gravedad, los agentes decidieron reducirla en el suelo. No les fue fácil porque mostró gran resistencia, si bien nadie resultó herido. De ahí acabó en los calabozos como presunta autora de un delito de atentado contra la autoridad, abriendo una investigación sobre lo ocurrido en la que pudieron determinar, según estas mismas fuentes, que la detenida, identificada como M. I. P. G., tiene "creencias en una teoría conspiranoica americana sobre el control del mundo". Todo ello fue comunicado por la Guardia Civil al Departamento de Servicios Sociales del Gobierno de Aragón que mantiene abierta una investigación y tendrá que determinar qué hacer con respecto a la titularidad de esta residencia y si fuera necesaria su intervención para proteger a los mayores internados. Tiene 50 plazas  divididas en dos zonas diferenciadas de válidos y asistidos, con una unidad especializada en Alzheimer.

La arrestada fue puesta en libertad en las dependencias del instituto armado, aunque está a la espera de responder por estos hechos ante el Juzgado de Instrucción y Primera Instancia de Ejea de los Caballeros. 

La última residencia intervenida por El Ejecutivo autonómico fue Villa de Ejea y por motivos muy diferentes: el covid19. Fue cuando un brote localizado allí provocó 80 contagios, 69 usuarios y 11 trabajadoras. En la ola inicial de la pandemia ocho centros corrieron la misma suerte. La decisión vino justificada por las bajas registradas en el equipo directivo y la necesidad de acometer la dirección del centro y su reorganización.