10 ANIVERSARIO ANGROIS

Diez años de Angrois: la mayor tragedia en la historia de Galicia

Tras una década del siniestro ferroviario que dejó 80 muertos y 145 heridos, familiares y víctimas siguen pidiendo verdad, justicia y reparación, pero no habrá sentencia hasta otoño

Diez años después las víctimas del Alvia siguen pidiendo justicia

Atlas Agencia

Belén Teiga

El 24 de julio de 2013, hace exactamente diez años, cuando Santiago se preparaba para vivir su fiesta grande, la ciudad fue escenario del accidente ferroviario más grave en la historia de España. El Alvia 04155 que cubría el trayecto entre las ciudades de Madrid y Ferrol descarriló en torno a las 20.41 horas cerca de la estación de ferrocarril de Santiago. En el accidente fallecieron 80 personas y 145 resultaron heridas. Fue el primer siniestro en una línea de alta velocidad que se produjo en España.

El desgarrador suceso ocurrió en la víspera del día de Galicia, una de las jornadas en las que la capital gallega acoge a más personas en todo el año. El tren se salió de la vía en el barrio de Angrois, en una curva pronunciada conocida como A Grandeira, al ingresar en Santiago a una velocidad excesiva para ese tramo. El vehículo circulaba a 191 kilómetros por hora cuando accedió a la curva, duplicando la velocidad máxima permitida fijada en 80 kilómetros por hora. Las investigaciones posteriores revelaron que la causa principal del accidente fue un error humano. La ausencia de un sistema de frenado automático en la curva también fue identificada como uno de los factores que contribuyeron a que se produjera el fatídico accidente.

Las imágenes de los trece vagones volcados y destrozados en la vía se grabaron en la memoria colectiva, comenzando por la de los propios vecinos de Angrois, los primeros en acercarse a la zona del accidente para ayudar y socorrer a las víctimas. La respuesta inmediata de los servicios de emergencia, de los voluntarios y del conjunto de compostelanos fue ejemplar. Y el brutal impacto que tuvo la tragedia abrió un debate en la sociedad gallega y española: el de la necesidad de mejorar la seguridad de las infraestructuras ferroviarias. Supuso un antes y un después.

El dolorosísimo suceso fue una llamada de atención a las autoridades españolas y comunitarias, así como a los organismos responsables de la seguridad en la red de trenes. La implementación de nuevos sistemas en las vías, la mejora de la formación de los maquinistas o la modernización de las estructuras ferroviales son algunos de los puntos en los que se ha avanzado y que han sido significativos en la década que ha transcurrido desde el accidente.

Uno de los principales avances ha sido la instalación del sistema de control y protección del tren ERTMS (Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario) en muchas vías estatales. Este sistema permite una gestión más precisa de las velocidades de los trenes, lo que ayuda a prevenir errores humanos y garantizar que los límites de velocidad sean respetados. En el tramo entre Ourense y la capital gallega, que incluye la curva donde ocurrió el accidente, este sistema no se implementó hasta el mes de abril de este mismo año.

Cuando se cumplen los diez años de la tragedia, el juicio por el accidente llega también a su final con la vista puesta en el maquinista, Francisco José Garzón, y el ex director de Seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte. La mayoría de las partes piden cuatro años de cárcel para cada uno de ellos, al primero por la conducción y al segundo por el análisis de riesgos de la línea entre Ourense y Santiago. Con el propósito de esclarecer los hechos que cambiaron la vida de cientos de personas, el juicio se inició el 5 de octubre de 2022 y afronta ahora sus dos últimas sesiones los días 26 y 27 de julio, de manera que quedará visto para sentencia esta misma semana. A lo largo de estos meses en la sede judicial situada en la Cidade da Cultura han declarado víctimas, altos cargos de Adif y Renfe o peritos, entre otros. En total han sido 669 testificales y dos acusados.

En sus intervenciones ante la jueza que se encargará de dictar sentencia, Elena Fernández Currás, Francisco José Garzón pidió de nuevo perdón a las víctimas por “un accidente” que no pudo “evitar”. Su defensa alega que fue, de hecho, víctima de un delito contra el derecho a la seguridad de los trabajadores, al carecer la vía y el tren del sistema de frenado automático ERTMS. El ex encargado de la Dirección de Seguridad en la Circulación de Adif, Andrés Cortabitarte, culpó al maquinista por la conversación telefónica que mantenía con el interventor momentos antes del descarrilamiento y descargó responsabilidad en la unión temporal de empresas , el evaluador independiente (Ineco), así como en el Ministerio de Fomento - ahora de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana - y Renfe.

Avanzado el proceso judicial que dirime responsabilidades acerca del accidente, el fiscal, Mario Piñeiro, sorprendió a la sala en el momento de las conclusiones al retirar su acusación contra el ex alto cargo de Adif. Considera que cumplió los protocolos de la empresa pública y manifestó “dudas” sobre su responsabilidad en los hechos, por lo que lo exculpa. Con el cambio de última hora, Fiscalía regresa a la posición que mantuvo en su día el primer fiscal del caso, Antonio Roma, quien también atribuía responsabilidad únicamente al maquinista.

En la antepenúltima sesión con la presentación de los informes finales de las defensas de Adif y Renfe, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias representado por el abogado del Estado, Javier Suárez García, demandó a la magistrada Fernández Currás el fallo absolutorio para Andrés Cortabitarte exponiendo que “no puede haber responsabilidad penal contra una persona que ha cumplido los protocolos internos de su organización y que se ha atenido a los principios técnicos existentes”. “Adif no causó el accidente y es difícil pedir perdón por algo por lo que uno no se siente responsable”, apostilló Suárez García. Por su parte, Juan José Delgado Velasco, el abogado de Renfe en el proceso, anunció que la compañía ferroviaria se adhiere ‘ex-ante’ a la petición definitiva que haga la defensa de Francisco José Garzón.

El abogado de la plataforma de víctimasManuel Alonso Ferrezuelo, entiende que el fiscal se “quita la careta” en el último instante y lamenta los argumentos actuales para excusar a Cortabitarte “cuando utilizó los contrarios” para llevarlo al banquillo de los acusados.

En estos diez años, víctimas y familiares no han dejado de reclamar “verdad, justicia y reparación”. Hoy vuelven a movilizarse, con una marcha que parte de A Grandeira y finaliza en la Praza do Obradoiro en torno a las 13.15 horas, y un acto en honor a los fallecidos y heridos -a las 19.00 horas junto a la curva donde ocurrió el accidente-. Este décimo aniversario llega con el juicio prácticamente finalizado. La sentencia, con un proceso que acumula más de 50.000 folios a doble cara sobre el accidente, no se espera hasta otoño.