SUCESOS EN ARAGÓN

Desahucian a un 'cuarentón' que no quería irse de casa de sus padres en Zaragoza pese a tener trabajo

Tiene trabajo fijo, pero no quiere irse del domicilio de los progenitores

La familia reside en una vivienda ubicada en el zaragozano barrio de Delicias.

La familia reside en una vivienda ubicada en el zaragozano barrio de Delicias. / Jaime Galindo

El Juzgado de Primera Instancia número 19 de Zaragoza ha ordenado el desahucio de un zaragozano de 40 años tras la demanda interpuesta por sus progenitores para que abandonara el domicilio familiar donde reside junto a ellos en el barrio de Delicias de la capital aragonesa. La Justicia, a la espera de que el fallo sea firme, pone fin a varios años de convivencia «insostenible» con episodios de maltrato psicológico precedidos de numerosos intentos por que el vástago abandonara el piso.

No es para menos porque este zaragozano tiene un trabajo fijo y estable que le permitiría «adquirir una vivienda en la que residir» y «que no sea la de sus padres». Así lo hizo constar la representante procesal de los demandantes, la letrada Carmen Sánchez Herrero, en el escrito de demanda presentado ante la jueza y así lo ha estimado recientemente la titular del citado juzgado. «Puede valerse por sí mismo y sufragar sus propios gastos. Tiene medios de vida», argumentó la penalista, quien también aludió a los «problemas», la «intranquilidad» y el «desasosiego» a los que están sometidos sus representados. También definió al demandado como una persona «muy agresiva» dada la concatenación de episodios de faltas de respeto y de amenazas físicas a los que en ocasiones se suma el destrozo de muebles de la casa.

«Solo por mera tolerancia»

Se trata de un desahucio precario porque el hijo disfrutaba de la propiedad de sus padres «sin título ni pago de renta alguna», es decir, «solo por mera tolerancia». «La parte actora (los progenitores) ha acreditado que ostenta título de propiedad que le otorga el derecho a disfrutar del bien inmueble objeto del pleito. Por lo tanto, puede poner fin a la situación de precario existente, pretensión frente a la que nada ha alegado el demandado ni ha acreditado título que le habilite para poseer los inmuebles, razón por la que debe estimarse la demanda», justifica la jueza. «La relación de parentesco no determina la atribución de título para el uso del inmueble del que son titulares los demandados», añade.

Con todo ello, la jurista ha estimado íntegramente la demanda y ha condenado al hijo a dejar «libre», «vacua» y «expedita» el domicilio de sus progenitores «bajo apercibimiento de lanzamiento si no lo efectuara en plazo legal». Es decir, si no abandona la vivienda por sus propios medios, una comisión del juzgado se personará en el piso junto a un cerrajero para poner punto y final a la demanda. En el caso de que existan sospechas de que pueda haber problemas con él, también se personarán miembros del Cuerpo Nacional de Policía. 

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