Muerte en Getafe

"Ni le echaron tusi a traición, ni fue un reto viral": todas las incógnitas de la muerte de Rayan en Getafe

El menor, de 14 años, murió tras desvanecerse en la entrada de la estación de metro Los Espartales

El caso encierra numerosas contradicciones; sus amigos niegan incluso que bebiese una bebida energética

La policía investiga qué sustancia había en el cuerpo del menor fallecido y qué cantidad le fue suministrada

Agencia ATLAS / Foto: DLF

David López Frías

"Ahí mismo se cayó, en la entrada del metro. Si te acercas, todavía ves las manchas de sangre". Dos chicas, sentadas en un banco, señalan el lugar exacto en el que Rayan, un menor de 14 años, falleció el pasado viernes 16 en circunstancias aún por aclarar. Sucedió a la entrada de la estación de MetroSur getafense de Los Espartales. Un caso que sigue lleno de incógnitas. Se han publicado numerosas versiones de la historia, pero pocas se sostienen.

El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, ha hablado con fuentes policiales, vecinos y personas próximas al entorno del fallecido. Y en pocos casos coinciden. Empezando por la sustancia que presuntamente mató al chico. El misterioso tusi. Una droga de color rosa que, según la primera versión de la historia alguien habría depositado dentro de una bebida energética que estaba bebiendo el chico. Y no un pellizco, sino dos gramos.

Pero ese es casi el final de una historia que arranca debajo de un puente. Concretamente en un lugar llamado Los Molinos, a las afueras de Getafe, cerca de la estación de El Casar. Es allí donde Rayan y sus amigos (la mayoría menores de edad) se reúnen los fines de semana. "Se vienen aquí los niñatos a beber y a liarla y tenemos que llamar siempre a la policía", cuenta Nieves y su madre, Francisca. Son dos residentes de las cuatro casas que hay en Los Molinos.

En uno de los pilares de ese puente, de color verde, es donde los amigos de Rayan han depositado velas y han hecho pintadas en recuerdo del chico fallecido. Y es allí donde, presuntamente, se habían reunido como todos los fines de semana para pasar la noche. "Como son menores de edad, no los dejan entrar en los sitios de fiesta y se vienen ahí a beber", prosigue Nieves, que insiste en las molestias que le causan esas reuniones a los residentes en la zona.

Puente bajo el que se reúnen los amigos de Rayan.

Puente bajo el que se reúnen los amigos de Rayan. / DLF

Según explican jóvenes getafenses a este periódico, Rayan y sus amigos habrían venido desde Aranjuez en tren y fueron en metro hasta Los Espartales. Y fue allí donde tuvo lugar el suceso. Los amigos del fallecido insisten en redes sociales (en publicaciones y cuentas que fueron posteriormente borradas) que el chico ni siquiera estaba bebiendo una bebida energética. Y fuentes policiales creen que nadie echó droga en ninguna bebida contra su voluntad.

El misterioso tusi

"No pudo ser tusi. Y menos dos gramos. El tusi vale 100 euros por gramos y él no tenía ese dinero", sentencian varios chicos de la zona. Y es que el tusi (o tusibí) es un misterio. Inicialmente, era una sustancia llamada 2C-B (de ahí su nombre, porque en inglés 2C-B se pronuncia tú-si-bí) y se comercializaba en España en los 90 bajo el nombre de Nexus. Se conocía como 'cocaína rosa' por su color. Pero esa sustancia desapareció del mercado y quedó como una droga mítica, entre eufórica y alucinógena, que dejó de comercializarse a principios de este siglo.

Lo que ahora se vende como tusi, según cuentan desde Energy Control, es una mezcla entre MDMA (éxtasis) y ketamina (un anestésico veterinario que distorsiona la realidad), cortado con cafeína. Una mezcla a la que se le añade colorante rosa y que pretende imitar el efecto del Nexus original. No tiene nada que ver con el 2C-B que dio nombre a la droga, pero se sigue vendiendo como tal... y al mismo precio. 100 euros el gramo. Y lleva un 0% de cocaína aunque se venda como cocaína rosa.

Estación de metro de Los Espartales, donde el joven falleció.

Estación de metro de Los Espartales, donde el joven falleció. / DLF

"Lamentablemente ya no está con nosotros, sólo hay un culpable, que le vendió 20 euros y quieren implicar a sus amigos que hicieron lo posible para que no muera", contaba en TikTok uno de los amigos del chico, que acabó borrando su cuenta dado el aluvión de comentarios.

Lo único que está claro, según las fuentes consultadas, es que el chico consumió una sustancia, pero será el informe toxicológico de la autopsia la que determine cuál.

No hubo reto

La primera de las versiones que se conoció fue que unos chicos, a los que Rayan habría conocido por Instagram, depositaron la droga en la bebida. Y que luego colgaron un supuesto vídeo en redes sociales riéndose. Una versión que luego mutó a que fue la propia víctima la que habría realizado un reto para publicarlo en internet.

Pero, por el momento, fuentes policiales con las que ha hablado El Periódico de España explican que no hay constancia de ninguna de las dos versiones. Ni de que haya un vídeo de unos tipos mofándose de haber echado droga en la bebida del chico, ni de que haya otro del chico haciendo un reto. Los amigos en redes sociales sí que hablan de una quedada con unos chicos de Instagram, pero sería gente ya conocida por el grupo de amigos.

Lo que también añaden fuentes del entorno del chico es que sí que consumió alguna sustancia, se empezó a encontrar mal, se quiso ir a casa y por eso se iba a adentrar en la estación de metro. Pero se desplomó a la entrada, que es donde falleció. El muchacho se golpeó la cara y ese es el motivo de las manchas de sangre a la entrada de la estación. Y varios de sus amigos habrían intentado reanimarle, además de haber llamado a su familia.

Una de las imágenes colgadas por los amigos de Rayan en el pilar del puente donde se reunían.

Una de las imágenes colgadas por los amigos de Rayan en el pilar del puente donde se reunían. / DLF

40 minutos

El joven Rayan entró en parada cardiorrespiratoria a la entrada de la estación, en la avenida Rigoberta Menchú de Getafe, muy cerca del campo de fútbol. Los servicios de emergencias llegaron, según han explicado a este periódico, en no más de 20 minutos. Los amigos del fallecido discrepan y aseguran que "la ambulancia tardó 40 minutos en llegar. Si no, él seguiría con nosotros". Los efectivos del 112 habrían conseguido recuperarle dos veces, pero el chico murió a la tercera parada.

Por último, los padres habrían declarado que la policía iba a investigar el caso como un homicidio. Las fuentes policiales consultadas por este periódico, no obstante, explican que no les consta que hayan puesto denuncia alguna. Será en las próximas horas cuando se conozca el informe de la autopsia, que revelará muchas de las incógnitas del caso.

Entretanto, bajo el puente de Los Molinos permanecen las velas apagadas, los carteles en su memoria y los globos, de color blanco y azul, que los amigos llevaron al lugar donde se solían reunir y que ahora han convertido en un mausoleo en honor al joven Rayan, fallecido con sólo 14 años en extrañas circunstancias.