A la holandesa Henriete Hareman, de 56 años, la conocían todos los vecinos de Jarque de Moncayo por su trato siempre afable y cercano, pese a vivir en una casa a cinco kilómetros de la localidad perteneciente a la comarca del Aranda. La llamaban Kika. El sábado corrió la noticia por todo el pueblo de que había desaparecido junto a su perra y el municipio se volcó en buscarla, junto a la Guardia Civil, si bien no podían imaginarse que la acabarían encontrando muerta.
Fue un amigo de la mujer, puesto que su marido se encontraba en estos momentos en Holanda, quien dio la voz de alarma porque no sabía de ella desde hacía varios días, no podía contactar con ella con el teléfono y decidió interponer una denuncia de desaparición en el puesto de Brea de la Guardia. En la primera jornada de búsqueda se había desplazado un helicóptero del instituto armado con base en Huesca, patrullas de seguridad ciudadana y el grupo cinológico con perros especializados en búsqueda de personas, si bien no dio resultados.
Este domingo se retomó sobre las 08.00 horas con voluntarios, la mayoría de ellos vecinos de Jarque de Moncayo, pero pronto, tan solo una hora y media después, se confirmaba el peor de los presagios: estaba muerta.
El cuerpo sin vida de esta mujer fue trasladado al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) para practicarle la pertinente autopsia, si bien todo apunta a que su cuerpo no presenta signos de violencia y la etiología de la muerte podría ser autolítica. Los especialistas deberán datar la fecha de la muerte de la mujer de 56 años.
Entre los voluntarios que participaron en las batidas estuvo presente la alcaldesa de este municipio de 436 vecinos, Mari Carmen Serrano, quien se mostró afectada por el fallecimiento. «Es una pena que haya aparecido muerta porque todos teníamos un poco de esperanza».
La norma número uno cada vez que se produce una desaparición es denunciar el hecho de inmediato ante la Policía y la Guardia Civil. Los investigadores hacen hincapié en este principio porque está muy extendida la errónea creencia de que hay que dejar pasar un plazo de 24 horas antes de acudir a las fuerzas de seguridad. Se considera, equivocadamente, que hay que cerciorarse de que la ausencia no es momentánea o casual, antes de implicar en la búsqueda al dispositivo policial. En estos momentos en Aragón hay una quincena de personas en paradero desconocido.
Pide ayuda
Las personas con ideas suicidas y sus allegados tienen el teléfono de atención a la conducta suicida (024) perteneciente al Ministerio de Sanidad. Es un servicio de alcance nacional (accesible desde todo el territorio nacional), gratuito, confidencial y disponible las 24 horas del día, los 365 días del año. También está El Teléfono de la Esperanza es el 976 232 828.
