El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha ratificado la absolución de un veinteañero de Zaragoza que llegó a afrontar 15 años de cárcel por obligar a su prima de tan solo 8 años a realizarle sexo oral.

La acusación particular recurrió, llegando a solicitar la nulidad de la sentencia de la Audiencia Provincial al entender que hubo falta de racionalidad en la motivación fáctica, uniéndose en la protesta la Fiscalía. Sin embargo el TSJA no lo observa y da la razón a la defensa ejercida por el penalista José Luis Melguizo. Destaca el Alto Tribunal aragonés «relevantes contradicciones que le impiden concluir que los hechos aseverados por la menor, de 8 años, han sido acreditados por su declaración».

«La sentencia contiene una explicación suficiente, razonada y razonable sobre el pronunciamiento absolutorio alcanzado tras una valoración fundada de toda la prueba, sin omitir ninguna que pueda ser tenida por relevante», asevera.

Fue la denuncia del padre de la menor la que llevó al banquillo a F. J. A. O. Este hombre señaló que el encausado se aprovechó de dos celebraciones familiares acaecidas en el invierno de 2018 para llevar a cabo las presuntas agresiones sexuales en casa de la abuela. Lo hacía, al parecer, bajo amenazas de golpearle e incluso de «estamparla contra la pared» si contaba algo.

El acusado siempre se declaró inocente y los magistrados del tribunal provincial señalan que «nos encontramos en un caso de palabra contra palabra y por lo tanto es terreno abonado para la aplicación del principio de derecho procesal del in dubio pro reo y, sobre todo, de la presunción de inocencia».

La Audiencia de Zaragoza consideró en su día que «la declaración de la menor no es consistente porque en la denuncia inicial obra que el acusado echó el pestillo al cerrar la puerta del cuarto donde supuestamente ocurrieron los hechos y, sin embargo, en el juicio manifestó que no estaba segura si su primo lo empleó o no».

Los magistrados se fijan en lo que ellos denominan «un detalle importante», que fue la declaración del primo hermano del acusado, quien señaló que en un encuentro familiar se fue al baño y la niña fue detrás de él. Allí le dijo que le enseñara «la colita», pero él la echó del lugar.