TRIBUNALES

Absuelto un joven acusado por una menor de violarla en Zaragoza

El tribunal no se cree a la denunciante tras valorar los informes psicológicos

El acusado, Manuel K., durante el juicio en la Audiencia de Zaragoza, ayer.

El acusado, Manuel K., durante el juicio en la Audiencia de Zaragoza, ayer. / A. T. B.

Durante un año estuvo con un pie en la cárcel un vecino de Zaragoza al que una chica de 14 años había denunciado por una violación. No había pruebas de ADN ni informes psicológicos que le incriminaran pero afrontaba nada menos que 12 años de prisión. Ahora, tras el juicio, acaba de ser absuelto del delito de agresión sexual por el que fue juzgado a principios de mes.

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza ha firmado una sentencia en la que el ghanés Manuel K. es exonerado de la acusación que pesaba sobre él. Destacan, en cuanto a la pericial psicosocial, de la psicóloga y la trabajadora social, las relaciones sociales de la denunciante basadas en la obtención de beneficios económicos –intercambio de números de teléfonos de otras personas y envío de vídeos sexuales, incluso de ella misma y otras niñas como refleja el atestado-, y unas conductas autolíticas como búsqueda de llamar la atención, siendo el discurso de la menor vago, carente de contenido y con fuga de ideas en cuanto a los hechos denunciados sin percepción de peligro y con una tendencia a actuar con comportamientos impulsivos sin toma de decisiones, y ello dentro de un entorno familiar desestructurado y con conflictos violentos.

A ello añaden una madurez baja, con una fuerte adicción al teléfono móvil, teniendo interiorizadas voces que «vienen y se van, y le dicen cosas que no quiero decir». Ambas profesionales concluyeron en el plenario con que no podían con cierta seguridad, dar un dictamen u opinión sobre la credibilidad de la menor y la posible verosimilitud de su testimonio.

«También los médicos forenses dudaron de la verosimilitud y credibilidad del testimonio de la menor, a tenor de la experiencia y profesionalidad que poseían», destacan los magistrados en la sentencia en favor del acusado, defendido por la abogada Carmen Sanz Lagunas, quien en la vista oral negó la mayor.

Los hechos que estaban a debate, según explicó la joven, se remontan a última hora de la tarde del 18 de febrero del año pasado. Al parecer, según explicó el sospechoso, ella le dijo que tenía su móvil estropeado y que si le podía acompañar a una tienda de chinos para ver cuánto le costaba repararlo. Entonces, tal y como destacó ella, subió en la furgoneta del procesado al que acababa de conocer para «aparcar por Delicias», aunque luego terminaron en «otro barrio». «Cuando entré a su casa, me metió en la habitación y cerró la puerta. Me ofreció algo de beber, apagó las luces y me empezó a tocar y a besarme. Me empujó contra la cama y me violó. Yo no quería y me estaba haciendo daño; vi que tenía los pantalones manchados con algo blanco y de sangre», señaló esta quinceañera. Tras ello, volvieron a montar en la furgoneta «para ir a lo del móvil». «Yo iba con toda la prisa y él aprovechó para escaparse», añadió.

Tardó tres días en presentar denuncia ante la Jefatura Superior de Policía de Aragón pues tenía «miedo de que nadie me creyera».