Conseguir una cintura definida en ocasiones puede ser muy complicado y cada centímetro puede costar mucho tiempo. Lo ideal para nuestra salud es que en los hombres no supere los 120 centímetros y en las mujeres, los 88. Más allá de que lo estético de un cuerpo más definido, lo más importante es que cuanta más grasa corporal existe más riesgo hay que padecer enfermedades coronarias y la zona de la cintura es uno de los que más se acumula, por lo que conviene eliminarla todo lo que se pueda.

De cara a nuestro bienestar personal, cuanto más ancha sea la cintura es más común tener niveles altos de azúcar en sangre, hipertensión, colesterol y triglicéridos, lo cual poco a poco va deteriorando los órganos vitales y empeorando nuestra calidad de vida. Los riñones, el hígado, el páncreas y, sobre todo, el corazón, necesitan de nuestros cuidados para no pagarlo en el presente o en el futuro.

Pero de igual modo que se incrementa la grasa en función de lo que comemos y de lo que nos movemos, lo mismo puede suceder al revés. Con una buena alimentación y mejorando los hábitos es posible reducir cintura y perder peso de manera paulatina y rápida. Con solo cuatro centímetros baja mucho el riesgo de sufrir diabetes, mejora la presión sanguínea y también disminuye el colesterol. Y por supuesto, te verás mejor.

El pan integral es ultrasaciante.

Pan integral

Muchas veces puede no llamar la atención por el color. O porque simplemente el pan normal es uno de los grandes placeres de la gastronomía. No es recomendable omitir el pan o, si se hace, cambiarlo por otros carbohidratos porque son esenciales para nuestro día a día y más si nuestra actividad es frenética. Por ello, el pan integral supone una opción más que válida para comer más saludable.

Son ricos en fibra, lo cual además ayuda con el tránsito intestinal, y pueden contener cereales que ayudan en la pérdida de peso. Además, poseen una de las propiedades más importantes para bajar kilos, que es ultrasaciante, por lo que por menos cantidad tendrás una sensación de lleno, lo cual evita el picoteo entre horas, uno de los grandes enemigos de las dietas para perder peso.

Las cerezas tienen un índice glucémico bajo pese a su dulzura.

Cerezas

No estamos en la mejor época, pero eso no quita para que en los mercados esté disponible esta fruta, una de las mejores para controlar el peso. Tiene una grandísima ventaja, ya que generalmente consumir alimentos dulces a veces se convierte en una necesidad, y acabamos cometiendo el error de consumir comidas o bebidas con mucho chocolate o muy azucaradas.

Sin embargo, las cerezas tiene un índice glucémico bajo pese a su dulzura y además también posee efecto saciante, por lo que elimina la ansiedad por consumir azúcar y por comer, por lo que se convierte en una alternativa barata y muy saludable.

Las ensaladas permiten una gran combinación de sabores.

Ensaladas de hoja verde

No podían faltar las ensaladas, uno de los acompañamientos que más llenas y que menos calorías nos introducen al cuerpo. Además, hay tantas que las opciones son casi infinitas y nos permiten combinar con otros alimentos saludables e ir probando fusiones de sabores. Por ejemplo, hay canónigos, lechuga, espinacas, acelga, brócoli, escarolas, espárragos trigueros o berros que te saciaran de forma saludable.

También ayudan a mejorar el bienestar por cuidar la microbiota intestinal, lo que repercute de forma muy positiva en la desaparición de los vientres hinchados o el estreñimiento, con el estrés y los problemas que genera. Por si fuera poco, es clave para un mejor descanso.

El aceite de oliva es uno de los productos estrella de la gastronomía.

Aceite de oliva virgen

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Sí, es una grasa y es necesario moderarla. Es uno de los grandes secretos de la dieta mediterránea y hay que aprovechar la enorme calidad de los aceites de oliva que se producen en España, que es uno de los principales motivos de que la gastronomía española sea tan valorada en el mundo.

La clave, además de controlar su consumo para no excedernos, es utilizar solo de oliva y que sea de calidad, eliminando así otros como los de palma o los refinados de girasol, que son más típicos en nuestras cocinas.