Las dietas milagro, vaya por delante, no existen. Lo ideal es comer durante todo el año (aunque hay días en los que puede haber excepciones) de forma variada y realizar ejercicio físico aunque sea en casa o en la medida de nuestras posibilidades, pero a veces queremos perder esos kilos de manera rápida y la dieta militar se ha mostrado como una de las más efectivas porque "solo" requiere tres días de sufrimiento.

Además es efectiva, no hay más que ver cómo están físicamente los militares, aunque tampoco es menos cierto que es necesario tener ciertas precauciones y seguir unos consejos básicos para que no sea perjudicial para la salud.

En resumen, consiste en ingerir pocas calorías a lo largo de tres días, suprimiendo muchos alimentos que no están indicados como saludables y dando importancia a otros, lo que consigue que además de bajar de volumen y de peso de forma rápida se depure el organismo.

Tres días y cuatro de descanso

Esa es la principal premisa. Es una dieta agresiva ya que se ingieren si se hace bien poco más de 1.000 calorías al día, lo que es una cantidad muy inferior a lo que estamos acostumbrados en una jornada normal, por lo que es imprescindible que después los cuatro siguientes días hagas descanso. Eso no significa que te atiborres de comida, pero sí que no sea tan dura.

Otra prohibición es que no está permitido el deporte salvo que sea muy suave. Por ejemplo, un paseo en bicicleta o caminando. El motivo es que al no proveer al cuerpo de "combustible" nos faltará energía y se pueden ocasionar problemas graves.

Otra consideración que hay que tener es que solo se desayuna, come y cena. Es decir, se olvidan las cinco comidas al día y las que salen perjudicadas son el almuerzo y la merienda, aunque sí que se pueden tomar café o infusiones sin azúcar.

El pollo a la plancha está permitido para las cenas. Freepik

Ejemplo de dieta para tres días

Para desayunar es imprescindible tomar cafeína, la cual está presente en el café o en el té, aunque siempre sin azúcar. Y si se agrega leche, que sea desnatada. A partir de ahí se recomienda una rebanada de pan tostado con mantequilla, aceite de oliva o una crema de cacahuete.

La comida es el momento en el que más huimos de la dieta clásica de un día a día. Vuelve a escena el pan, en forma de tosta, que se puede acompañar de una lata de atún sin aceite, huevo cocido o queso fresco. Además, un café o té. Eso sí, no significa que puedas juntar todo. El pan o lo acompañas del atún o del huevo o del queso, pero solo una cosa. Recuerda que el objetivo es ingerir muy pocas calorías.

Y para la cena entran en acción las proteínas en forma de carne blanca y sin grasa a la plancha (pollo o pavo principalmente), el brócoli, zanahoria, judías verdes, plátanos, atún en lata... Lo mismo, la carne como principal y el resto acompañamientos pero con mucha moderación.

Verás que los resultados son inmediatos, tanto que podrás ver que se han bajado hasta tres o cuatro kilos porque los líquidos han desaparecido y el organismo se ha depurado al mismo tiempo que el cuerpo ha ido echando mano de las grasas.

De todos modos, recuerda que esta dieta es muy drástica y que lo mejor es tener asesoramiento profesional y seguir una dieta equilibrada y sana. Pero si decides hacer la militar, descansa a los tres días.