Las plantas tienen muchísimas ventajas. Dan un colorido especial en el hogar, también traen mucha alegría, quedan genial por todo el hogar y, por si fuera poco, si tienen una función y una utilidad, mucho mejor. Aquí entran por ejemplo las plantas carnívoras que se comen a las molestas moscas y que son bien útiles en verano o también las que atraen el dinero y la buena suerte.

Y también hay plantas que, aparte de ser decorativas y perfectas para el interior, también consiguen combatir el moho y la humedad, que pueden traer problemas de salud.

El moho es un hongo, un microorganismo ciertamente desagradable en forma, olor y color. Todos los mohos son un conjunto de micelios que se manifiestan, según la especie, de diferentes maneras y en distintos colores como el rojo, el negro, el azul, el verde y el gris y si se forma es porque hay un exceso de humedad o porque falta ventilación. Por ejemplo, uno de los puntos calientes para la aparición del moho es la goma de la lavadora, aunque ya te contamos como se puede dejar como nueva.

Este hongo es capaz de favorecer la aparición del asma, alergias, que haya irritación o erupción de la piel y, en casos de exposición continuada al moho y a la humedad, incluso puede haber dolores crónicos de cabeza, fiebre y fatiga, que se irriten los ojos, las mucosas, que haya más tos y estornudos y otros problemas. Es decir, que hay que ponerle remedio.

En casos severos de exposición o casos exacerbados por reacción alérgica, sus síntomas pueden ser extremos incluyendo náuseas, vómitos y sangrado en pulmones y nariz.

Las plantas

Aunque lo ideal es ventilar, hacer un correcto aislamiento para que la humedad no se cuele e incluso echar mano de deshumidificadores, las plantas son decorativas y ayudan en esta tarea de forma natural.

La primera es la begonia, una planta perenne a la que no le va nada bien el frío y prefiere las temperaturas que oscilan poco y constantes, por lo que es perfecta para tenerla dentro de casa. Es muy colorida y dará mucha alegría a tu casa. Además, pega en cualquier estancia.

La segunda son espárragos, que pegan especialmente en el baño, una zona llena de humedad por los grifos y, sobre todo, la ducha. Es suave, aunque con una forma algo extraña, pero que es muy útil para absorber la humedad y decorar. Además no le gusta demasiado la luz directa y necesita temperaturas estables y no muy frías ni calientes.

Por último, la aspidistra, cuya particularidad es que es una auténtica superviviente, por lo que si no eres muy dado a estar pendientes de las plantas es idónea. De hecho, le encanta la humedad, así que pega como anillo al dedo.