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Limpieza del hogar

Los trucos para evitar barrer las pelusas de la escoba

Es fundamental para dejar la casa impoluta

Los trucos para evitar barrer las pelusas de la escobaFreepik

Es verdad que los aspiradores, bien sean los clásicos de cable, los inalámbricos o los robots que tan de moda se han puesto y que amenazan con ser la opción preferida de todo el mundo están comiéndole el terreno a la clásica y tradicional escoba, pero todavía hay mucha gente que sigue prefiriendo este método para atrapar la suciedad de los suelos de la casa o que la utiliza para llegar a rincones complicados.

La escoba es uno de esos elementos que hay que ir cuidando y que se suele descuidar, valga la redundancia. Solemos pasar más por alto elementos como trapos, cortinas o ciertos muebles, pero también es fundamental mantener bien higiénicos y limpios los elementos que sirven para limpiar, porque sino el trabajo se quedará a medias.

Igual que es necesario limpiar la nevera, el microondas, la lavadora o el lavavajillas, también es necesario ir limpiando el cabezal de la escoba y, de vez en cuando, cambiarlo por otro, cuando esté muy deteriorado. Además, es un gasto muy pequeño y nos ahorrará esa terrible sensación de ver que la casa no hay manera de que pierda su suciedad.

Los consejos

Lo primero y principal es que, después de cada uso, se deje lo más limpia de restos posible. Puedes comenzar por sacudirla enérgicamente en el suelo sobre un papel de periódico viejo o sobre un cubo de basura vacío para que la mayoría de partículas caigan. Después quedan los pelos y pelusas, que en este caso habrá que hacerlo a mano. Si te da cosa, usa guantes.

Otro método es quizá algo cómico, pero altamente efectivo y es cepillar la escoba. Sí, cepillar el utensilio que sirve para cepillar el suelo. Hay que hacerlo con un peine de púas anchas y sirve especialmente para los pelos y pelusas, aunque también puedes hacerte con un recogedor que tiene este tipo de artilugio para facilitar la labor.

Y por último queda (con menos periodicidad) hacer una limpieza a fondo con agua y jabón. Sumérgelo unos minutos para que haga efecto, para que se limpie bien, frota un poco para que la suciedad que quede caiga mejor en el agua y déjalo secar en un lugar cálido y, a ser posible, en el que tenga la incidencia del sol. Y cuando ya no se pueda hacer nada más por la escoba, tocará comprar otra y cuidarla bien para que dure lo máximo posible.

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