Cada año se desperdician ingentes cantidades de alimentos. Concretamente, un tercio de la comida se tira a la basura. Esta pérdida se produce a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde la producción primaria y la industria a la distribución y los consumidores.

Estos desechos no solo significan una pérdida de recursos, suelo, energía, productos químicos y materiales. También suponen un gran impacto medioambiental. Por ello, es necesario que la gente se conciencie y contribuya a minimizar el desperdicio de alimentos.

Además de frutas y verduras, el pan es el alimento que más se desperdicia. Y es que, es un alimento que debe consumirse poco después de haberse adquirido. A cada hora que pasa, el pan pierde propiedades y se va poniendo duro, lo que provoca que que en muchos casos se tiren a la basura los trozos que sobran, provocando una gran cantidad de gases de efecto invernadero.

Descongelar el pan

Una buena forma de evitar que el pan se eche a perder es congelarlo. De esta forma podremos guardar algunas de sus propiedades y, una vez lo descongelemos, podamos tener un pan más blando.

Si no tienes horno o microondas, puedes dejar el pan al aire para que se vaya descongelando de forma natural. Sin embargo, la descongelación será más lenta y llevará mucho más tiempo que con las otras dos técnicas. Si eliges descongelarlo de forma natural, tendrás que planificarlo y sacarlo con una antelación de, al menos, 30 minutos en el caso de una baguette o de rebanadas de pan.

Descongelarlo en el horno

Si prefieres descongelar el pan en el horno, debes de saber que este proceso tampoco será instantáneo y que te llevará unos 15 minutos. Primero, deberás precalentar el horno a una temperatura de 200ºC.

Después, tendrás que colocar la baguette en una bandeja de horno o en la rejilla y hornear durante 5 minutos. Finalmente, tendrás que apagar el horno y dejar el pan dentro durante 5 minutos. Antes de probarlo, es recomendable que lo dejes reposar un rato para evitar un buen quemazo.

Descongelarlo en el microondas

Si no tienes tanto tiempo, entonces prueba con el microondas. No conseguirás un resultado tan crujiente como con el horno o con la descongelación natural. Pero esta técnica es la mejor para aquellos que tienen prisa.

En vez de meterlo directamente en el microondas, te recomendamos envolverlo en un paño limpio y húmedo o en una servilleta de papel y meterlo en un plato. Tendrás que calentar durante 15 segundos y comprobar si se ha descongelado. En caso de que no sea así, añade otros 15 segundos.