No todo son alegrías en la corte. Hace unos días, Enrique de Luxemburgo se vio obligado a suspender la subasta de las joyas que pertenecieron a su madre Josefina Carlota, ya fallecida. El motivo fueron las críticas de los ciudadanos. La subasta respondía al deseo del anterior gran duque de repartir en vida la herencia de su mujer.