Javier Cámara tuvo la oportunidad de actuar con Meryl Streep en El diablo vista de Prada. Pero declinó la oferta, consciente de que su nivel de inglés le haría sufrir demasiado. Un año antes, pasó "un calvario" rodando La vida secreta de las palabras y no estaba dispuesto a sudar tinta otra vez, aunque fuera con la grandiosa Streep. Sin embargo, su caso no es único. Los actores españoles superan con apuros el trago del inglés. Aprueban, pero por los pelos.

Salvo honrosas excepciones --como la niña Ivana Baquero, Penélope Cruz o Javier Bardem--, los actores españoles tienen un nivel de inglés "justito". La persona que lo dice es Pep Armengol, un director de casting que está acostumbrado a que los intérpretes marquen en la casilla de los idiomas cuando, en realidad, deberían marcar no.

CLASES INTENSIVAS

El caso de Cámara --que recibe clases intensivas y, de hecho, su nombre suena para la película que Woody Allen rodará en Barcelona-- no es aislado. José Coronado asegura que los idiomas son una asignatura pendiente para los españoles, especialmente para los de "una determinada generación". Es decir, la suya, que no tuvo la suerte de estudiar inglés en el pupitre. "O eres bilingüe o lo pasas fatal", afirma. De hecho, él atravesó un vía crucis cuando rodó Muerte en Granada con Andy García.

Otro actor español que las pasa canutas con el inglés es Luis Tosar. En tono modesto, afirma que su nivel es "muy malo" aunque se defiende. "Cuando se trata de pequeños diálogos, no tengo problemas", añade. Es lo que ocurrió en el rodaje de Miami Vice (2006), donde, además, su mediocre inglés encajó a la perfección con su personaje latino.

Las actrices también se quedan en el aprobado justito. Ana Fernández, que acaba de rodar El corazón de la tierra en inglés, confiesa que los actores españoles llevan "así, así" la lengua extranjera. Lo dice sonriendo, gesticulando con las manos y con la misma modestia con la que Aitana Sánchez-Gijón reconoce tener un nivel "medio", que, sin embargo, le ha permitido rodar en varias ocasiones fuera de España.

Al igual que casi todo en esta vida, lo del inglés también tiene solución. Y la de los actores españoles se llama coach, un entrenador que les acompaña durante los rodajes y con el que aprenden los diálogos.

Sin embargo, no todos los actores lo necesitan. Ivana Baquero, la niña de El laberinto del Fauno, habla un inglés perfecto, un pasaporte que le ha permitido dar ahora el salto a Hollywood, donde protagonizará The new daughter. ¿Su secreto? Ir a un colegio bilingüe desde los 3 años.

Pero este problema con el inglés no es patrimonio de los actores. Y los políticos ahí están para demostrarlo. En el 2000, cuando Zapatero fue elegido líder del PSOE, el partido le puso un profesor de inglés ante la posibilidad de que llegara a la Moncloa. El profesor hizo que avanzara, aunque no lo suficiente como para desenvolverse con soltura.