La jornada del miércoles fue un ir y venir constante de rostros conocidos y amigos de Mila Ximénez que, muy afectados, acudieron al tanatorio de la M30 para dar su último adiós a la periodista y arropar a su familia en estos complicadísimos momentos. Por contra, este jueves, su hija Alba y sus hermanos Manolo, Nani y Conchi se han podido despedir de ella en la más absoluta intimidad, cumpliendo con sus deseos y regalándole el adiós que ella pidió antes de fallecer.

Así, tras acudir a la capilla ardiente, los familiares abandonaban unidos el tanatorio para dirigirse al crematorio de La Almudena, donde se celebró la incineración. Afectados, pero muy enteros y demostrando que son una piña tras la muerte de Mila, la familia más cercana de la periodista agradecía las muestras de cariño del gentío congregado a las puertas.

De allí ponían rumbo al crematorio, repleto de coronas de flores que demuestran el cariño de la gente. Haciendo gala de entereza, Alba y sus tíos recibían el féretro con los restos mortales de Mila Ximénez.

Antes, Alba Santana quiso agradecer el cariño de los medios. "Gracias por vuestra atención, por el cariño, por el respeto", afirmaba a su llegada al tanatorio Alba, confesando tener más fuerzas que el miércoles para dedicar unas palabras en memoria de su madre. "Sabéis que aunque a veces se enfadaba, lo mucho que os quería en el fondo. Me quedo con todos los buenos recuerdos, de todo lo que me contaba con vosotros", añadía, señalando el cariño que Mila tenía por los compañeros de la prensa.

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Emocionada pero muy entera, Alba ha confesado sentirse "muy acompañada" en estos durísimos momentos: "No me quita la pena pero me siento acompañada, incluso por el dolor de gente que ni siquiera la conocía". "Me gustaría que la recordarais riéndose, como era ella. Creo que ella era única. En eso estamos todos de acuerdo, no habrá otra igual para lo bueno y para lo malo, pero yo la recuerdo con una sonrisa, que era una sonrisa que nos cautivaba a muchos", ha añadido, recordando a su madre con una sonrisa pese a todo.

Cumpliendo su último deseo, su hija se llevará sus cenizas a Ámsterdam, donde reside con su marido y sus dos hijos, para que su madre esté siempre cerca de las que fueron las grandes alegrías de su vida.