La tierna imagen de Tamaro Falcó e Íñigo Onieva con el bebé en brazos: "Te queremos siempre"

La hija de Isabel Preysler ha expresado en numerosas ocasiones su deseo de ser madre

Tamara Falcó en el plató del Hormiguero

Tamara Falcó en el plató del Hormiguero / LNE

Irene Roma

Tamara Falcó, la marquesa de Griñón, tiene 42 años, no hace todavía ni un año que se casó con Íñigo Onieva y durante este tiempo ha expresado en numerosas ocasiones su deseo de ser madre.

Y, por fin, la hija de Isabel Preysler, tiene al bebé entre sus brazos, un bebé del que asegura que ha llegado para brindar luz a la vida de toda la familia. "Has llegado -le asegura Tamara Falcó-, para iluminar nuestras vidas".

Bautizo en Chamberí

La pequeña se llama Philippa y fue bautizada a principios de marzo en una iglesia de Madrid, concretamente en un templo ubicado en el barrio de Chamberí. Fue en la iglesia de San Fermín de los Navarros y la ceremonia congregó allí a parte de la familia.

Tamara Falcó, que vistió para la ocasión un espectacular diseño de Ailanto, compartió varias fotos de la celebración, que contó con un almuerzo posterior al bautizo en el Hotel Santo Mauro. En una de las imágenes, la hija de Isabel Preysler aparece alimentando a la niña y, en otra, se sienta junto a su marido, Íñigo Onieva, en una tierna estampa con la recién nacida.

"Mi querida Philippa -le dice-. Eres única. La pureza de tu sonrisa ha venido para iluminar nuestras vidas. Te querremos siempre. Bienvenida a los bendecidos por Jesús".

Las tiernas palabras de Tamara Falcó están dedicadas a su resobrina, la hija de su primo, Álvaro Falcó, e Isabelle Junot.

A buen seguro, el matrimonio formado por la marquesa de Griñón e Íñigo Onieva se ha imaginado muchas veces sosteniendo en brazos a su propio bebé. Y es que ambos han verbalizado en numerosas ocasiones su deseo de convertirse pronto en padres.

De momento, Tamara Falcó ha afirmado que se encuentra en su mejor momento con su esposo y que, aunque por ahora no ha llegado el embarazo, se encuentra satisfecha. "Tengo una profunda fe -declara la hija de Isabel Preysler- y dejo que las cosas sigan su curso".