La buena sintonía de la que presumen el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza parece que se acabó en el momento en el que ambas administraciones se sentaron a negociar el plan de rescate a la hostelería. Después de que Javier Lambán acusara el jueves a Jorge Azcón de poner «excusas» para no adherirse al proyecto, el alcalde ha asegurado que el plan autonómico «llega tarde, muy tarde» y que seguirán poniendo condiciones para «mejorarlo». El primer edil popular, que ha acusado al Ejecutivo autonómico de no querer negociar, ha tenido la réplica del vicepresidente y consejero de Industria, Arturo Aliaga, que le ha urgido a aclarar si se sumarán a este convenio que pretende inyectar al sector de la hostelería 50 millones de euros entre la DGA, las diputaciones provinciales y los ayuntamientos.

El primer edil también ha manifestado durante en el pleno celebrado en la capital aragonesa que hasta ahora «solo el consistorio zaragozano» ha ayudado a los hosteleros, muy golpeados por la crisis económica que ha provocado la sanitaria. Y lo ha hecho con las líneas de microcréditos, con los programas para fomentar el consumo como el Volveremos, o facilitando los veladores en las calzadas, según ha recalcado durante una moción presentada por el PSOE para que el pleno instase al equipo de Gobierno de Zaragoza de PP-Cs a sumarse al rescate hostelero, y que salió adelante gracias a los votos a favor de PSOE, Podemos y ZeC y la abstención de PP, Cs y Vox. «Estamos dispuestos a dialogar para hacer mejor el plan de rescate y esperamos que la DGA también lo esté, que todavía no lo ha estado», ha asegurado el alcalde Azcón.

"Trato personalizado"

Una afirmación que completaba las declaraciones de la concejala de Economía, Carmen Herrarte, que ha asegurado que «los hosteleros de Zaragoza, por número y tamaño, son distintos y por eso creo que merecemos un trato personalizado». Una declaración con la que pretendía responder a Lambán, que criticó al alcalde por querer tener un «trato privilegiado» frente al resto.

Los grupos de izquierda en el Ayuntamiento de Zaragoza pidieron al equipo de Gobierno municipal PP-Cs que se adhiera al rescate y lamentaron la «instrumentalización» de los hosteleros por su parte.

El vicepresidente del Gobierno de Aragón y consejero de Industria, Arturo Aliaga, no ha tardado en salir al paso de las palabras del alcalde y le ha vuelto a pedir «que deje de poner excusas» y se sume al plan. Además, ha alegado que desde el inicio de la crisis la DGA ha otorgado más de 39 millones en ayudas al turismo y a la hostelería y ha tramitado más de 8.000 expedientes, de los que prácticamente todos «están pagados». Aliaga ha subrayado, además, que el plan hostelero se ha negociado con los afectados, los ayuntamientos y las diputaciones a través la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y ha recordado que los hosteleros recibirán, al menos, el 80% del paquete. El 20% restante dependerá de si el ayuntamiento zaragozano decide, finalmente, sumarse.

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Lo haga o no, desde el Ejecutivo autonómico señalan que la orden de convocatoria de las ayudas se aprobará en el próximo Consejo de Gobierno, el miércoles, y que esta saldrá publicada en el Boletín Oficial de Aragón en los días siguientes con las condiciones y requisitos que deberán cumplir los hosteleros que quieran optar a ellas. La reunión con el Ayuntamiento de Teruel se celebrará el viernes, y la cita pendiente con Zaragoza sigue en el aire, a falta de concretar una fecha en la que reconducir la negociación. 

Los gastos por el covid se incrementan en 6,4 millones en la capital

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, anunció ayer que los gastos se han incrementado en el primer trimestre del año en 6,4 millones y los ingresos han descendido en 4,2 millones. Estos son los efectos negativos que sigue teniendo la crisis del covid en las arcas municipales, señaló durante una comparecencia solicitada por Vox para que explicase los asuntos tratados en el último encuentro entre Lambán y Azcón, de los que no desveló ninguno. El primer edil reiteró que defenderá los derechos de los zaragozanos «donde haga falta», también en los tribunales, aunque matizó que primero agotará la vía del diálogo. Para el alcalde de Zaragoza, la crisis económicas y la situación de las arcas municipales «marcarán la relación» entre ambas administraciones e insistió en que seguirá reclamando al presidente aragonés la parte correspondiente a la polémica ley de Capitalidad, que cada años eleva la cuantía en 1,5 millones de euros. Por ahora, dijo, la ciudad «no ha recibido ni un euro».