El Gobierno de Aragón aprobará la orden del plan de rescate a la hostelería este miércoles, y lo hará sin haber alcanzado un acuerdo con el Ayuntamiento de Zaragoza, que mantiene sus exigencias. El alcalde, Jorge Azcón, se ha mostrado firme y ha recalcado que las tres condiciones que la ciudad puso sobre la mesa para adherirse al plan siguen «vigentes». Es decir, que se priorice la calidad del aire a los aforos, que el Gobierno de Zaragoza de PP-Cs sea el que apruebe las bases y que cuantifique el convenio con el que se pretende atender a los subsectores que no incluye en plan hostelero.
Desde la DGA insisten en que las condiciones del proyecto son inamovibles y que son el resultado de una negociación en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), pero desde el consistorio insisten en que quieren negociar. «Queremos llegar a un acuerdo para formar parte del plan de rescate a la hostelería. Solo hemos pedido tres condiciones, que son muy básicas y razonables», ha asegurado la concejala de Economía, Carmen Herrarte, que ha asegurado que «nuestro interés es llegar a un acuerdo por encima de todo y el que negocie Ciudadanos es relevante», ha dicho reivindicando el papel de Cs en esta batalla.
El primer edil ha reiterado que el plan de Javier Lambán «llega tarde». A su juicio, las negociaciones tendrían que haber sido más rápidas, pero ni lo han sido ni parece que vayan a serlas.
Por otro lado, Herrarte ha señalado que el ayuntamiento podrá sumarse al plan siempre que la cuantía que aporte la ciudad se compense con las deudas pendientes de la DGA con el consistorio. La concejala ha explicado que el ayuntamiento no puede realizar modificaciones de crédito para destinar alrededor de cuatro millones a este fin, por lo que ha adelantado que «casi seguro», la aportación municipal se hará siguiendo esta fórmula.
Ambas instituciones han manifestado su interés por mantener otro encuentro y seguir negociando y acercando posturas, pero todavía no hay fecha por problemas para cuadrar las agendas de un lado y otro.
