Los 500.000 euros que el Ayuntamiento de Zaragoza ha destinado a la línea de ayudas para los centros concertados ha generado cierto revuelvo en el consistorio. Mientras el equipo de Gobierno de PP-Cs ya avisa de que el año que viene incrementará la partida, PSOE, Podemos y ZeC acusaron a Jorge Azcón de «discriminar» y «excluir» a los escolares de los colegios públicos.

El Patronato Municipal de Educación y Bibliotecas de Zaragoza ha sacado adelante las bases con el voto de calidad la presidenta, la conservadora Paloma Espinosa, después de que Vox se haya abstenido y PSOE, Podemos y ZeC hayan votado en contra de la propuesta. 

Espinosa ha explicado que esta línea de ayudas sufragará el coste de los madrugadores, de las actividades extraescolares o de la adquisición de material tecnológico. Cada familia recibirá entre 150 y 500 euros, que podrán solicitarse en septiembre.

Hasta aquí todo en orden, el problema surge cuando en el epígrafe de las bases aparece únicamente la palabra «concertada» porque la oposición, con su más y sus menos, comparte que haya ayudas para los estudiantes de los centros concertados, pero reclaman que se incluya a los públicos.

Para los socialistas «es una evidente discriminación, estamos hablando de alumnos escolarizados y tienen los mismos derechos los niños de la pública que de la concertada». Así lo ha señalado Inés Ayala que, además, h precisado que el Gobierno de Aragón ya está financiando la adquisición de equipos informáticos para las aulas, por lo que no sería necesario que el ayuntamiento también lo hiciese. Esta vez ha sido el PSOE el que ha resucitado el mantra de las duplicidades entre ambas administraciones.

Según Espinosa, la escuela concertada es la que estaba excluida de las ayudas anteriores. Se refería a los Proyectos de Intervención Territorial Espacios Escolares (PIEES), cuya partida se eleva hasta los 1,4 millones de euros y que, con la cuantía extra para la concertada crece un 35 % hasta los 1,9 millones, ha destacado.

Diferentes ayudas

Sin embargo, desde el PSOE aseguran que no tiene nada que ver, ya que las nuevas ayudas son becas que cubren las actividades desde Infantil y durante toda la etapa de escolarización, atendiendo a la renta de las familias. No sucede lo mismo con los PIEES, que van dirigidos a institutos y subvenciona la actividad, no a un particular, por lo que no hay bases de participación ni se tienen en cuenta los ingresos familiares. Desde Podemos aseguran que sí se incluye a los concertados.

A la formación morada tampoco le convence la idea. Según la concejala Amparo Bella, «el protocolo es opaco y elitista» y, además, «segrega y discrimina a la escuela pública porque va dirigido exclusivamente al alumnado de la concertada».

Para Zaragoza en Común (ZeC), esta decisión «es un paso más en sus políticas de desgaste de lo público, en beneficio de intereses que no son los generales de la ciudadanía». La concejala de ZeC, Luisa Broto, ha denunciado que mientras Azcón destina 500.000 euros para la concertada «paraliza obras de mejora en los colegios públicos, elimina programas de inclusión y utiliza los recursos municipales con un claro objetivo político».

Desde Vox, Julio Calvo ha defendido que esta es una competencia de la Administración General del Estado encomendada a la institución autonómica, en este caso, al Gobierno de Lambán, y no de un ente local.