La izquierda en el Ayuntamiento de Zaragoza sigue presionando al alcalde, Jorge Azcón, para que dé marcha atrás en su decisión de sortear a la oposición a la hora de aprobar obras con un coste menor de 200.000 euros. Desde Podemos, su portavoz, Fernando Rivarés, anunció este jueves que su grupo ha presentado un recurso administrativo por «atribuirse unas competencias que no les corresponden». Y desde el PSOE, Lola Ranera pidió que se convoque una comisión extraordinaria de Urbanismo para debatir sobre el asunto. Si no, presentarán una moción para eliminar el Consejo de Gerencia, el órgano al que se le ha retirado la capacidad de votar sobre las actuaciones en las calles y en el que están representados todos los partidos.

En el caso de Podemos, Rivarés explicó que su recurso se ha presentado por vía administrativa tras haberlo consultado con sus asesoras jurídicas. Una vez conozcan la resolución, decidirán si continuar adelante con su reclamación o no o si acudir a instancias judiciales.

«Vamos a recurrir la decisión de retirar competencias a la Gerencia de Urbanismo. El Gobierno se ha atribuido competencias que no le corresponden», afirmó Rivarés en varias ocasiones. Según explicó, con esta jugada Azcón evita que el resto de grupos pueda pronunciarse y controlar las obras que propone el equipo de Gobierno de PP y Cs, mientras que deja al Consejo de Gerencia sin ninguna utilidad, ya que el resto de cuestiones que se votan en este órgano son actos reglados que los partidos no pueden obstaculizar.

Por parte del PSOE, la portavoz, Lola Ranera –que salió este jueves de su confinamiento tras haber pasado el covid– pidió en rueda de prensa la convocatoria de una comisión extraordinaria de Urbanismo para solicitar al concejal del ramo, Víctor Serrano, que explique los motivos por los que PP y Cs han tomado esta decisión. Si el equipo de Gobierno no da marcha atrás, los socialistas solicitarán, a través de una moción en el próximo pleno, la disolución del Consejo de Gerencia.

Ranera recordó que este órgano se creó «en 2003» y que su objetivo final era la búsqueda de un «espíritu de consenso» que se ha ido ratificando todos estos años hasta el pasado 22 de octubre. Ese día, el PP y Cs acordaron de manera unilateral retirar al Consejo de Gerencia la competencia para la aprobación de los proyectos de obra ordinarios, para otorgar esta potestad al equipo de Gobierno.

Ranera lo consideró un «sinsentido» y una «decisión estrictamente política y autoritaria». «PP y Cs lo que intentan es asegurarse la aprobación de proyectos sobre los que no existe un consenso y que estarían abocados a no ser aprobados en Consejo. Esto demuestra una vez más el poco talante negociador y de diálogo del alcalde. Intenta controlar a la oposición», le recriminó la socialista al alcalde, que recordó proyectos como la plaza San Lamberto o la plaza de San Francisco, tumbados en este órgano.

Por su parte, el portavoz de Urbanismo del PSOE, Horacio Royo, anunció que si el Gobierno PP-CS no da marcha atrás en la retirada de competencias al Consejo de Gerencia, los socialistas pedirán la disolución del organismo. «Si solo va a quedar para los actos reglados, no tiene ningún sentido que se mantenga, pediremos que todas las funciones se transfieran a los órganos del ayuntamiento a los que la ley tenga atribuidas las mismas», señaló Royo.