El anuncio de Javier Lambán de crear 500 viviendas para jóvenes en los cacahuetes de la Expo de Zaragoza no ha sentado nada bien en la casa consistorial, donde aseguran que este proyecto «jurídicamente no es viable» y tiene «muchísimas» dificultades técnicas.

Asó lo ha asegurado el alcalde, Jorge Azcón, mientras desde el Gobierno de Aragón defienden que esta propuesta va a permitir atajar uno de los problemas más importantes en materia de vivienda, como es el acceso de los jóvenes, obligados a retrasar su emancipación por unos precios desorbitados del mercado inmobiliario. Además, permitiría dar vida a una de las cicatrices de la ciudad, como es la Expo, algo que solo se conseguirá si se convierte en una zona habitable.

Las ayudas de Europa

Ahora es el momento ideal para impulsar un proyecto de esta índole, ya que los fondos europeos dejarán 33 millones para la rehabilitación de viviendas en Aragón, alrededor de 17 en Zaragoza. Este argumento sería válido en la casa consistorial si no fuera a suponer que el plan de vivienda de PP y Cs se va a quedar sin subvención y que, por lo tanto, no verá la luz. Resulta curioso que el proyecto municipal pretende habilitar 519 pisos y el de la DGA otros 500. La diferencia, destacan desde el consistorio, es que las municipales se reparten por cinco barrios de la ciudad y las de Lambán se concentran en un único punto.

Ayer, tanto Jorge Azcón como el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, critican que el Ejecutivo autonómico no se haya puesto en contacto con el consistorio para conocer las necesidades de la ciudad y decidir cómo invertir y repartir los fondos europeos. «Lambán, que defiende tanto el municipalismo, lo que ha hecho ha sido obviar a la ciudad para adoptar decisiones sobre su futuro», dicen fuentes cercanas al alcalde, que critican el discurso del PSOE sobre la importancia de «la soberanía de los ayuntamientos». «Es falso», aseguran. En este sentido, el consejero de Hacienda, Carlos Pérez Anadón, ha defendido que la DGA tiene «el mismo derecho» a invertir en la ciudad y en cualquier municipio.

Alternativas a la modificación del PGOU municipal

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, aseguró ayer que la propuesta de Javier Lambán de reconvertir los cacahuetes de la Expo «es ilegal». Lo es a día de hoy porque el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) no contempla que esos suelos se destinen a usos residenciales, de ahí que «jurídicamente no sea viable». Para ello, habría que modificar el PGOU, algo que desde el consistorio ven como un «recalificación masiva». Desde la DGA aseguran que podrían hacerlo declarando el Proyecto de Interés General de Aragón (PIGA) o ateniéndose a la ley urbanística. 

En el consistorio muchos entienden que Lambán ha adoptado un papel de oposición a Jorge Azcón, ahora que va a dirigir el PP de Aragón y que podría acabar siendo el candidato a las Cortes de Aragón. «Están jugando al desgaste, a la confrontación», dicen fuentes cercanas al primer edil.

"La Zaragoza vaciada"

Desde la DGA defienden que es el momento de hacer un lavado de cara en la Expo. Ya intentó hacerlo Juan Alberto Belloch, que como decía el propio Lambán este miércoles, le pesó no haber pensado en un futuro para las instalaciones de Ranillas ni haber tenido la capacidad económica (en plena crisis) para impulsar su reconversión. Para el presidente de Aragón es «un clamor» popular la necesidad de darle una segunda oportunidad a este espacio de la ciudad. Por eso defienden el proyecto, apostar por esta zona y reconvertir los cacahuetes en pisos.

Por ahora es una idea, más que un proyecto, como decía Serrano, que ha asegurado que «el equipo de Gobierno de PP-Cs no va a decir ‘no’ a construir viviendas para jóvenes, pero la prioridad es que se habiliten en los barrios». Ha llegado a ironizar con que con las ideas de Lambán se creará una «Zaragoza vaciada».