La hermandad zaragozana de San Joaquín y de Nuestra Señora de los Dolores está de aniversario, cumple 500 años, y trae consigo importantes novedades para esta Semana Santa. Una de las principales es que esta cofradía estrenará, si el covid lo permite, una nueva talla mariana en sustitución de la actual en la procesión conocida como de La Soledad, que se realiza en la madrugada del Viernes Santo por las calles de la capital. La virgen, bendecida por el arzobispo de Zaragoza en la basílica del Pilar, es una imagen de candelero realizada por el imaginero sevillano Miguel Ángel Domínguez Velázquez y sustituye a la realizada en 2003 por el escultor natural de Samper de Calanda, Rafael Valero Ochoa. Estará al culto en la iglesia de Nuestra Señora de Gracia y es una donación de unos hermanos. 

Pero no es la única incorporación patrimonial. Estrenará un guion realizado en los talleres sevillanos de orfebrería de Alejandro Borrero y Gustavo Navarro para SanCayetano 3. 

Nueva imagen que se incorpora a la Semana Santa zaragozana

Nueva imagen que se incorpora a la Semana Santa zaragozana JORGE SESÉ

Asimismo, La Dolorosa va a organizar una exposición Del comercio Gremial a la devoción Mariana, comisionada por el presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis, Domingo Buesa; y siguiendo con esa unión histórica con el comercio también ha creado el premio Caduceo de Plata para reconocer a los establecimientos, así como una procesión del recuerdo en memoria de la peste que asoló la ciudad el año fundacional y en memoria de los fallecidos del covid.

La historia de esta cofradía se remonta a tiempos de la peste. Los residentes de la calle Cedacería acudieron a la oración haciendo voto de dedicar a San Joaquín una capilla en acción de gracias si el Señor, por sus méritos, les libraba de la pandemia en aquel año 1522. Habiéndose visto libres auxiliaron a los enfermos de otras calles sin daño ni perjuicio y agradecidos a tan singular beneficio se presentaron al prior de Santo Domingo, suplicándole que cediera lugar para construir una capilla al santo y fundar una cofradía. Desde entonces y hasta la actualidad sus fines y funciones han quedado reflejadas tanto en el propio archivo de la hermandad, como en otros; así como en diferentes fuentes, trabajos o investigaciones.

Una actividad ininterrumpida hasta la actualidad, con la salvedad del periodo comprendido entre 1851 y 1897 que se encuentra sin referencias, hasta que antiguos cofrades, depositarios del patrimonio, restablecen su funcionamiento.  

Nuevo guion que estrena la hermandad. El Periódico de Aragón