El Periódico de Aragón

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El conflicto en el transporte público

La empresa del bus fija el 31 de julio como fecha límite para resolver el conflicto en Zaragoza

Según Avanza, con la última propuesta un conductor cobrará 40.500 € brutos al año | El comité rechaza la última oferta y Azcón se prepara para coger las riendas del conflicto

33 Xxx | ANDREEA VORNICU

Hace algo más de un mes se hablaba de que el acuerdo entre la empresa del bus, Avanza Zaragoza, y el comité estaba a punto de alcanzarse. Nada más lejos de la realidad porque los paros en el transporte público zaragozano continúan y se endurecerán a partir de septiembre. Las negociaciones del convenio colectivo (2019-2023) han vuelto a romperse y la dirección ha decidido plantarse, de manera que si los representantes sindicales no aceptan la última propuesta antes del 31 de julio, los conductores del autobús urbano tendrán que conformarse con sus condiciones salariales y laborales actuales, las que se acordaron en 2020.

El gerente de Avanza en Aragón, Guillermo Ríos, ha anunciado durante una comparecencia pública que la oferta que trasladaron este miércoles al comité es innegociable. «La mantenemos hasta el 31 de julio», ha declarado tajante. Si no reciben respuesta alguna antes de esa fecha se congelarán los salarios y los empleados perderán todas las mejores anunciadas por la empresa, como la recuperación de la antigüedad, ciertos pluses durante los periodos vacacionales y un incremento salarial del 11,25%. En total, un 15,75% de subida a final del convenio, resumió Ríos.

Hasta 40.500 euros brutos al año

Esto se traduce en 340 euros brutos al mes más, teniendo en cuenta que los empleados de Avanza tienen 16 pagas. Al año, según Ríos, un empleado ingresa de media «35.000 euros brutos», que superarían los «40.500» en caso de que se aceptase la última oferta de la empresa, «rechazada desde el comité», ha lamentado el gerente de Avanza, que ha criticado que su única respuesta sean los «paros», los que han retomado este jueves. Habría que sumar 45 días de vacaciones al año y las mejoras organizativas acordadas.

Desde el sindicato mayoritario, Sattra, han reaccionado a golpe de tuit para negar que el salario de un conductor alcance esta cantidad. Según una nómina publicada en Twitter, el importe ascendería a 32.152 euros para un trabajador con «24 años de antigüedad», 3.000 euros menos que los anunciados por la empresa.

Para el presidente del comité, José Manuel Montañés, las conversaciones han vuelto a romperse «porque la empresa no quiere negociar, quiere imponer». Asegura que con la oferta de Avanza no tienen garantizado el poder adquisitivo porque en la cláusula de revisión quieren fijar unas cuotas determinadas, mientras que los trabajadores exigen que sean flexibles y se adapten siempre a la subida del IPC. Reclaman, en concreto, que se garantice en todo momento el 95% del incremento del IPC, algo que para la empresa es inviable.

El alcalde zaragozano, Jorge Azcón, ha admitido que las cosas tienen que cambiar. Lo ha dicho tras una maratoniana jornada de negociaciones entre la dirección de Avanza y el comité en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) que terminó a las 2 de la madrugada de este jueves con las posturas enfrentadas y sin fecha para un nuevo encuentro.

«Las condiciones salariales que ofrece la empresa son muy superiores si se comparan con otros convenios», ha declarado el alcalde, que ha recordado que los sindicatos reclamaron al principio de la negociación un aumento del 9,7% y, ahora que la empresa ofrece un incremento total del 15,75% la rechazan.

Aunque no ha adelantado sus movimientos, sí que ha confirmado que no se puede dejar en manos de la empresa y el comité el futuro del servicio, tras un año y cinco meses de huelga y negociaciones.

De hecho, Ríos ha asegurado que con la última oferta presentada han ido «más allá de lo razonable» por lo que no pueden mejorarla porque se pondría en riesgo la viabilidad del servicio.

Seguimiento de los paros

La empresa está tan convencida de que los trabajadores aceptarían la última propuesta que instan al comité a someterla a votación. «¿Por qué no lo hacen?», cuestionaba Ríos, que ha criticado que utilicen a los usuarios del bus para presionar a la empresa. «Son conocedores de su fuerza, que es parar el transporte público, pero pierden la perspectiva de que nos debemos a nuestros clientes y que dependemos de ellos. Piensan que están por encima de ellos y de la ciudad».

Desde el comité consideran que el seguimiento de los paros del jueves, que han rozado el 100%, evidencia el apoyo que tienen de la plantilla. «¿Qué más quieren? Si los trabajadores siguen haciendo paros será porque no están conformes con su propuesta», ha declarado Montañés.

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