El Ayuntamiento de Zaragoza financiaba el 50% de cada billete de autobús y tranvía en 2019, antes de la pandemia. Ahora, y tras la caída de usuarios, sufraga un 60% de cada viaje y es muy posible que acabe el año costeando alrededor del 70% --e incluso más--, una vez descontada la recaudación. La subida del IPC y la pérdida de viajeros han provocado un importante déficit en el transporte público, de unos 80 millones de euros, y que el consistorio no quiere repercutir en el billete, que por tercer año consecutivo seguirá congelado.
Mantener el transporte público al mismo precio para el usuario cada vez le cuesta más dinero al ayuntamiento, con un IPC por las nubes y en ascenso. El pasado mes de agosto, la concejala de Movilidad, Natalia Chueca, elevó hasta los 76 millones el déficit del transporte público para este año, lo que supone más del 60% del coste real de estos servicios, siempre tras haber descontado la recaudación.
El ayuntamiento revisa periódicamente el coste real que supone prestar un servicio aplicando distintas fórmulas, en las que el IPC siempre está presente, por lo que la cuenta de resultados está dando unas cifras «preocupantes», según el servicio.
En el caso de autobús, el consistorio paga por cada kilómetro que recorren los vehículos, independientemente de que haya más o menos usuarios. Una fórmula que desde la pandemia ha jugado en contra de la casa consistorial, que ha visto cómo los ingresos por la venta de billetes han descendido notablemente mientras que la distancia recorrida por los buses seguía siendo la misma. Desde Movilidad se decidió mantener el servicio pese a la caída de viajeros y pese a las pérdidas que ello podía ocasionar.
En la liquidación del tercer trimestre, y a falta de los últimos ajustes, el precio medio por kilómetro ha pasado de los 4,02 euros a los 4,8 euros. Una diferencia al alza para una contrata que realiza al año más de 19 millones de kilómetros.
En el tranvía la fórmula es totalmente distinta y el ayuntamiento lo que hace es pagar por cada usuarios que viaja en el Urbos 3. Hasta el 1 de agosto, abonaba por cada viajero 0,8139 euros, y a partir del 1 de agostó se elevó a los 0,8886. Siete céntimos más,
El precio que se paga a Avanza por kilómetro subirá de los 4,02€ a los 4,8€
Además, en este caso también se contempla un pago por disponibilidad, es decir, por los convoyes que están circulando o que están en cocheras siempre listos para prestar el servicio. Hasta ahora este «plus» era de 4,07 millones de euros y desde la última revisión de precios, se ha elevado hasta los 4,44 millones, según los datos facilitados por el área de Movilidad.
El Gobierno de PP-Cs aprobó el pasado viernes la liquidación del tercer trimestre del tranvía, y a lo largo de este mes tiene previsto hacer lo mismo con los de bus, a falta de ultimar los cálculos para fijar las nuevas cantidades.
Pérdida de viajeros
El incremento en el coste del transporte público tendría un impacto menor si se repercutiera en el billete del bus y el tranvía. Esto no va a suceder, dejan claro desde la concejalía de Natalia Chueca, que recalcan que no habrá una subida en 2023.
Para que esto no suceda, el ayuntamiento subvenciona parte del coste real del servicio. Antes de la pandemia, con una cifra récord de usuarios en 2019 de 123.037.288 viajeros en el transporte público, la subvención del billete era del 50%. Con el estallido de la crisis sanitaria y la estrepitosa pérdida de viajeros (hasta el 90% en el confinamiento), se elevó hasta el 60% y va a llegar hasta el 70%. Una porcentaje todavía provisionales que desde Movilidad avisan que podría ser más alto, algo que no había sucedido hasta ahora.
La bonificación del 30% del transporte público desde el 1 de septiembre hasta el 31 de diciembre, una medida impulsada desde el Gobierno de Pedro Sánchez, tampoco ayuda a sanear las cuentas y desde Movilidad elevan a 5,4 millones el coste, de los que 4,2 correrán a cuenta del Estado. Por ahora, el ayuntamiento no ha recibido cuantía alguna, matizan desde Movilidad.
La factura del coste de los servicios del último trimestre del año se completará a lo largo del primer semestre del próximo año e irá con cargo al presupuesto de 2023.
El consistorio pide que la bonificación del 30% se amplíe al próximo año
Desde el Ayuntamiento de Zaragoza han reclamado que se amplíe la bonificación del 30% del billete del transporte público durante 2023, y que se haga siempre que el Estado asuma su coste real. Desde que entró en vigor esta medida el pasado mes de septiembre, la venta de abonos se ha disparado hasta un 58%.
Con la bonificación, el abono de 30 días cuesta 28,00 euros; el de 90 se queda en 73,40; y el anual en 251,60 euros. En su primer mes en vigor se han adquirido 22.107 pases frente a los 13.995 del año pasado durante el mismo mes de septiembre.
Sánchez puso en marcha esta medida para paliar los efectos de la inflación y fomentar el uso del transporte público. Un aumento en los precios que parece no tener fin, por lo que la concejala de Movilidad, Natalia Chueca, ha solicitado que se amplíe la medida como se ha hecho con el transporte interurbano.
