El Periódico de Aragón

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Ocio nocturnos

Halloween cuelga el cartel de completo en Zaragoza y salen a venta las entradas de los cotillones

El ocio nocturno habla de unos pilares de "récord" y confían en que el puente de Todos los Santos tenga el mismo éxito | El Parque de Atracciones anuncia un 'Gran Cotillón' por 35 euros

Imagen de archivo de una sala de fiesta. | EL PERIÓDICO

El ocio nocturno empieza a ver la luz en Zaragoza. Tras las pérdidas millonarias que registradas durante la pandemia --entre el 70% y el 80%--, este año prevén cerrar el ejercicio con un aumento en la facturación de un 20%. La campaña de Pilares ha sido «de récord», para el puente de Halloween también esperan superar las cifras de 2019 y ya piensan en una Nochevieja histórica.

Por ahora solo el Parque de Atracciones anuncia ya su ‘Gran Cotillón’ con Djs, barra libre y recena por 35 euros. El resto de salas de la ciudad sacará a la venta las entradas tras la noche de Halloween, en la que se han vendido prácticamente todos los boletos. «La gente tiene ganas de fiesta, de asistir a celebraciones como antes del covid, sin restricciones ni horarios», apuntan desde la Sala Oasis, que confirman que este año la afluencia durante el Pilar ha sido de «récord», pese al tirón del Espacio Zity. «Se superaron todas nuestras expectativas», admiten desde la Sala Oasis.

El año pasado, a tres días de la Nochevieja, el Gobierno de Aragón anunció nuevas restricciones para contener el pico de contagios, adelantando el cierre de los locales a las 2 de la madrugada, lo que provocó un aluvión de bajas y cancelaciones de reservas. El ocio nocturno cuantificó en 2 millones de euros las pérdidas por las restricciones sanitarias durante esta noche del año y tras haber permanecido 450 días cerrado.

El ocio nocturno se recupera

Pero esta situación ya es época pasada. Desde la Asociación de Ocio Nocturno de Zaragoza, Alberto Campuzano confirma que la facturación global ha mejorado «entre un 15% y un 20%» respecto a 2019. «El año está siendo bueno, mejor que antes de la pandemia», asegura con cierta cautela, a la espera del resultado de Nochevieja. «La previsión a día de hoy es muy buena y todo hace indicar que los números serán mejores que en prepandemia», explica Campuzano, que admite que las expectativas son muy altas.

Desde el Grupo Canterbury hablan del «resurgir» del ocio nocturno «después de dos años perdidos» y muchas ganas de fiesta acumulada, por lo que para el próximo 31 de diciembre esperan cifras históricas. «Si este año no se llenan los cotillones no lo harán nunca», comenta Miguel Ángel Salinas, que confirma que se ha producido un pequeño cambio en los hábitos a la hora de salir de fiesta. «Antes de la pandemia ya estaba de moda el tardeo, pero con las restricciones acabó por consolidarse», explica a pocas semanas de comenzar con la campaña, ya que en verano lo que se lleva es el «terraceo».

Hasta que el covid irrumpió en nuestras vidas, el tardeo se dirigía a un público entre los 35 y 40 años, pero las restricciones obligaron a los jóvenes a adelantar su hora de ocio, así que ahora «empiezan la fiesta a las 6 de la tarde y hasta que el cuerpo les aguanta», señala Salinas.

Un Pilar de récord

Las Fiestas del Pilar han constatado que el ocio nocturno sigue siendo el rey. «Han sido de récord tanto en asistencia como en consumo», subraya Salinas, a la espera de un puente de Halloween igual de exitoso.

Las entradas de las fiestas privadas que se celebran en la capital aragonesa están prácticamente agotadas. Desde la Sala Oasis matizan que se trata de una noche muy rentable porque atrae a mucho público joven, y este año no va a ser menos. Al contrario, la afluencia va a ser mayor.

Pero el ocio nocturno no es el único beneficiado de las ganas de normalidad y durante las Fiestas del Pilar un tercio de los negocios aumentó su facturación respecto a los pilares de 2019, según Cafés y Bares.

Pese a este optimismo, Salinas subraya que los datos registrados de febrero a marzo, con un volumen de facturación elevado, no se han mantenido en el tiempo. «Al principio fue un boom, había muchas ganas de ocio, pero pasados los tres primeros meses sin restricciones la afluencia se ha ido estabilizando y normalizando», apunta.

«Los números son buenos, pero no hemos recuperado todo lo que perdimos por el cierre de los bares de ocio nocturno», insiste, tras unas pérdidas entre el 70% y el 80%.

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