La Cincomarzada cumple 45 años regresando a la ansiada normalidad

En apenas dos semanas, el parque del Tío Jorge de Zaragoza volverá a llenarse de gente con la celebración de la Cincomarzada, que este año cumple 45 años como fiesta popular, si bien no se ha podido celebrar siempre, ya haya sido por el tiempo o, en el caso de 2021, por la pandemia del covid. En 2022 sí que llegó a haber fiesta, aunque con restricciones, aforos y con espacios perimetrados, por lo que en este 2023 será la primera Cincomarzada desde hace tres años en la que imperará la ansiada vieja normalidad.

Aunque todavía quedan dos semanas, los preparativos ya están muy avanzados. En el Tío Jorge, los operarios de parques y jardines llevan días ya trabajando para adecentar esta zona verde, una de las más grandes de la capital aragonesa. Para que el parque luzca como merece, se corta el césped, se podan algunos árboles, se limpian las zonas más transitadas e incluso se tala algún ejemplar que pueda resultar peligroso en caso de caída.

Asimismo, la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza, la entidad encargada de organizar la Cincomarzada en colaboración con el consistorio, ya ha recibido la petición de una treintena de colectivos para poder estar presentes en la fiesta con un puesto propio.

Así, cuenta Manuel Arnal, el presidente de la FABZ, la principal novedad este año es la vuelta a la normalidad de la Cincomarzada, cuya celebración estuvo en duda el año pasado por las restricciones impuestas por el covid.

Por tanto, regresará en su formato habitual la tradicional marcha de los barrios, una manifestación en la que la asociaciones de vecinos de la ciudad exhiben sus principales reivindicaciones, si bien todavía no se ha desvelado cuál será el lema que agrupará a la protesta. «A nadie se le escapa que este año hay elecciones y nuestra principal lucha siempre ha sido promover mejoras en los barrios populares», dice Arnal, permitiendo entrever por donde irán los tiros. Habrá que ver también que representantes políticos se dejan ver por entre los puestos.

La marcha de los barrios estará acompañada por las comparsas de cabezudos de los diferentes barrios de la ciudad y de dos collas de gaiteros y dulzaineros que amenizarán el recorrido, que partirá desde la plaza del Pilar para llegar después al parque del Tío Jorge.

Sobre las actuaciones que tendrán lugar en el escenario principal, Arnal cuenta que serán tres, pero que Zaragoza Cultural está todavía pendiente de cerrar los contratos, por lo que prefiere no desvelar los nombres de los artistas. «Habrá una programación heterogénea para todos los públicos», asegura. Este año, además, la Cincomarzada caerá en domingo y el lunes será festivo, lo que puede jugar a favor y en contra de la fiesta. «Habrá gente que se vaya de puente, pero en Zaragoza hay mucha gente», ríe Arnal, que espera que se superen las cifras de asistencia habituales, que suelen rondar las 100.000 personas.

No habrá aplazamiento: "si se suspende se suspende"

No obstante, advierte el presidente de la FABZ, si hay que suspender la Cincomarzada por la climatología no se moverá de fecha. «Si se suspende se suspende, porque luego puede ocurrir que tienes que suspender la fiesta dos veces, y organizarlo todo cuesta mucho», advierte Arnal.

Una de las cuestiones que sí que hará diferente esta Cincomarzada de las que se celebraban antaño es la normativa en salud pública que prohíbe la venta y reparto de comida siempre que no haya a cargo un hostelero profesional y cuando no se pueda garantizar la trazabilidad y salubridad de los productos que se venden. Así, las peñas podrán cocinar y comer en el parque siempre que cumplan con la normativa sanitaria.

Lo que sí que será complicado es que los colectivos que están presentes en el paseo central puedan vender comida cumpliendo con todos los requisitos que exige la norma. «Eso se acabó», cuenta Arnal.

La Cincormarzada llega así a su cuadragésimo quinta edición. Esta fiesta, que rememora la victoria de los zaragozanos isabelinos frente a los carlistas el 5 de marzo de 1838. Fue una en plena Transición, a finales de los años 70 del siglo pasado, cuando la FABZ impulsó la celebración de una fiesta este día con un marcado carácter reivindicativo. No siempre ha tenido lugar en el Tío Jorge, puesto que durante algunos años se deslocalizó en diferentes parques de la ciudad.

Ahora, que quedan dos semanas, solo falta que el tiempo acompañe para poder celebrar y, como no, demandar mejoras en los barrios.

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