Reverdecer la ribera del Huerva a su paso por Zaragoza costará 24 millones

Zaragoza dejará de vivir a espaldas del río Huerva, donde a finales de este año el ayuntamiento comenzará a trabajar en su regeneración para convertir sus riberas en espacios más amables, donde pasear y estar, como sucedió en su día con las del Ebro. Este proceso de restitución paisajística e integración del Huerva en la escena urbana será largo y se dividirá en dos fases (y tres tramos) que se prolongarán durante cuatro años cada una y exigirán una inversión total de algo más de 24 millones de euros, la mayoría con cargo al presupuesto.

Este gran proyecto de transformación urbana marcará un antes y un después en la ciudad, como sucedió en su día con la adecuación de las riberas del Ebro para la Expo o la llegada del tranvía. 

Así está la ribera del Huerva en la actualidad

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El primer tramo en reverdercerse se encuentra entre el parque Grande José Antonio Labordeta (desde el puente Blasco del Cacho) hasta el puente Emperador Augusto (más conocido como el puente de los Gitanos). El ayuntamiento prevé invertir en su adecuación 9,9 millones, mientras que en la segunda fase, con la que se quiere dar continuidad al proyecto, se invertirán otros 13,9 millones con los que se adecentará el río entre la calle Miguel Servet y la desembocadura del río en el Ebro. También se prevé actuar entre Emperador Augusto y Gran Vía, donde el río queda soterrado y donde se crearán unas rampas inclinadas que comuniquen la zona inferior del Huerva con el paseo peatonal de Gran Vía y la Estación de Cercanías de Goya. 

Recorrido a vista de pájaro por la actual ribera del río Huerva en Zaragoza

El concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, ha anunciado este miércoles que el ayuntamiento, que ya obtuvo 1,9 millones de las ayudas europeas para la regeneración del primer tramo, se presentará a una segunda convocatoria en la que pretenden captar hasta 4 millones con los que afrontar las actuaciones de la zona más próxima a la desembocadura. 

No se resolverá hasta junio y será determinante para que el proyecto se desarrolle en los próximos cuatro años, hasta 2028 (a contar desde la adjudicación de los fondos). En caso contrario, desde el ayuntamiento admiten que los trabajos podrían ralentizarse ya que tendrían que ser asumidos a pulmón, con partidas exclusivamente del presupuesto municipal. 

Cambio Climático

La restauración y renaturalización del cauce del río y las zonas ajardinadas más próximas permitirán crear espacios verdes y amables para el ciudadano, con zonas de descanso y bulevares, a la vez que se generan las condiciones idóneas de hábitat para toda la biodiversidad asociada al río Huerva. Para ello, las actuaciones municipales también van dirigidas a la restauración hidromorfológica, la gestión de especies de flora alóctonas, la generación de hábitats para la fauna autóctona y la restauración de la vegetación de ribera. 

Además de crear zonas de juegos, graderíos verdes, pasarelas para conectar ambos lados, sendas y hasta carriles bici, la adecuación de este espacio contribuirán a la lucha contra el cambio climático, reduciendo el efecto isla de calor además de crear otra de ruido, ajena al tráfico constante de las calles del centro. 

Actualmente, el río se encuentra constreñido entre muros de hormigón y estructuras fijas que impiden que se integre en la ciudad, por lo que el área de Urbanismo contempla demoler estas infraestructuras para crear taludes o graderíos verdes que conecten y fusionen las calles con el parque, reduciendo los aparcamientos en superficie, pacificando el tráfico, ampliando las aceras arboladas y construyendo carriles bici. 

Por ahora, el consistorio tiene hasta 2027 para finalizar la adecuación del primer tramo, un año más para el segundo. Los técnicos ya llevan tiempo trabajando en la coordinación de las áreas involucradas, el desarrollo del proyecto del tanque de tormentas o las reuniones con colectivos vecinales, sociales y medioambientales. Un proceso de participación --o «inteligencia ciudadana», como lo define Serrano-- que exige la Unión Europea. 

Las actuaciones del primer tramo son inminentes y comenzarán a lo largo del segundo semestre del año. El proyecto contempla la creación de tres parques a lo largo del recorrido de la ribera, la construcción de un skatepark y de un quiosco bar. Con respecto a la flora, el plan busca controlar y eliminar especies exóticas invasoras y crear un bosque de ribera de 650 metros de longitud. Se harán también plantaciones de tomillo, romero, esparto, sauces blancos olmos y mimbreras púrpuras.

Tanque de tormentas

Este programa va más allá de su vertiente urbanística y desde el ayuntamiento quieren mejorar la sostenibilidad y la calidad de las aguas. Se da la circunstancia de que entre el llamado puente de los Gitanos y el parque grande existen numerosos puntos de alivio asociados a la red de saneamiento y a drenajes puntuales que acaban en el río, por lo que el ayuntamiento quiere construir un tanque de tormentas en la zona más elevada, junto a los antiguos viveros, que permitirá aumentar el volumen de aguas retenidas en momentos de precipitaciones, evitando así desbordamientos.