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Las anécdotas de la toma de posesión de Chueca en Zaragoza: muchos gestos en un día lleno de pompa

La constitución del consistorio es un acto solemne que siempre da pie a las anécdotas

Natalia Chueca promete gobernar en Zaragoza "para todos" y "sin sectarismos"

Chueca, justo después de terminar su discurso de investidura como alcaldesa.

Chueca, justo después de terminar su discurso de investidura como alcaldesa. / JAIME GALINDO

El día de la constitución del Ayuntamiento de Zaragoza es una de las jornadas grandes del consistorio. Toda la pompa y la ceremonia organizada desde hace semanas por el departamento de Protocolo municipal adornan un acto solemne que, como siempre, termina cargado de anécdotas.

La Policía Local vestida de gala y los timbaleros y maceros precediendo a la nueva corporación cuando entran al salón de plenos marcan el inicio. Esta ceremonia de la democracia comienza con la constitución de la mesa de edad, que presidieron Julio Calvo, de Vox, al ser el concejal más mayor (1955) y Guillermo Ortiz, del PSOE y el más joven (1993), y que juntos llevaron la batuta del inicio del acto.

Lo primero es la toma de posesión del puesto de los 31 concejales. Como es habitual, los de la izquierda «prometen» y los de la derecha «juran», pero hubo una sonada excepción. Precisamente el portavoz de Vox, Julio Calvo, fue el único edil de los 19 que suman el PP y la ultraderecha que prometió en vez de jurar.

Público 8 Azcón y su mujer, de la mano durante el acto. |

Público 8 Azcón y su mujer, de la mano durante el acto. | / I. TRIGO / C. GOMAR

Las dos fórmulas son válidas y pocos se salieron del guión establecido. Menos los concejales de ZeC, a los que aquello de guardar lealtad al rey les chirría un poco bastante. «Sin renunciar a mis principios republicanos que defendió mi bisabuelo y por imperativo legal, prometo cumplir fielmente...», dijo Elena Tomás, la portavoz de esta formación. «Por un mundo en el que seamos radicalmente libres», comenzó su promesa el segundo concejal de ZeC, Suso Domínguez.

Entre el público estuvieron muchos de los familiares de los concejales que este sábado tomaron posesión. En un lugar preferente estuvo la familia de la ya nombrada alcaldesa, Natalia Chueca: su madre, su marido y sus tres hijos siguieron de cerca todo lo que hacía la ahora regidora. El pequeño, además, no paró quieto, riendo, gesticulando e imitando ese gesto tan característico de su madre con los pulgares hacia arriba durante buena parte del acto, que duró algo más de una hora.

Mujeres 8 Chueca y Rudi, las dos únicas alcaldesas.  |

Chueca y Rudi, las dos únicas alcaldesas. / I. TRIGO / C. GOMAR

En la bancada del público no solo hubo familiares anónimos, sino también personajes ilustres y muchos abanicos debido al calor. Acompañaron a Chueca en su investidura la que fuera la primera alcaldesa de la ciudad, Luisa Fernanda Rudi, y el regidor saliente y padrino político de la nueva primera edil, Jorge Azcón. También asistieron del PP Eloy Suárez (candidato a la Alcaldía en 2011 y 2015), además de las exconcejalas Patricia Cavero y Carmen Herrarte, quienes han sido compañeras de Chueca en el Gobierno municipal saliente y con las que tiene muy buena relación.

Asimismo, mandos militares y eclesiásticos coparon las primeras filas de la bancada de invitados, mientras que por parte del Gobierno de Aragón asistió el consejero de Educación en funciones, Felipe Faci.

Aplausos 8 Los concejales del PP, en pie ante Chueca. |

Aplausos 8 Los concejales del PP, en pie ante Chueca. | / I. TRIGO / C. GOMAR

Chueca, por su parte, llevó un traje del diseñador aragonés Antonio Gallego, de la firma Berduque, inspirado por los estampados de los mantones, en referencia al traje tradicional de jotera y a la Virgen del Pilar.

La ceremonia estuvo cargada de gestos. La candidata del PSOE, Lola Ranera, bromeó con Chueca durante el recuento de los votos. «Estamos ahí ahí», le dijo la socialista a la popular riendo, a sabiendas de que no iba a haber sorpresas. Y gracioso estuvo el también concejal del PSOE Alfonso Gómez Gámez, quien se equivocó al tratar de enunciar la promesa del cargo de memoria, por lo que hizo una mueca que no pasó desapercibida.

En el brindis posterior, Azcón, que se despide del ayuntamiento, fue el más buscado junto a la nueva alcaldesa, quien por cierto recibió el bastón de mando y la banda que le acredita como regidora de la ciudad de parte de Julio Calvo (Vox), al ser el concejal de más edad. De la buena (o mala) relación que mantengan ambos dependerá la gobernabilidad del ayuntamiento.