La gran factura de la tormenta en Zaragoza: las pérdidas rondan los 100 millones

Entre 90 y 100 millones de euros. Es la millonaria factura que ha dejado entre particulares y empresas la tormenta extraordinaria que asoló la ciudad de Zaragoza y su entorno metropolitano el pasado jueves 6 de julio, que generó riadas torrenciales en varios puntos que acabaron anegando locales, garajes y naves industriales. Se trata de una estimación provisional y aproximada de los daños provocados por el temporal, según la información que han ido recabando las organizaciones empresariales, unas pérdidas económicas que recaen fundamentalmente sobre el tejido productivo. Hay negocios que temen incluso no poder reanudar su actividad si no reciben ayudas con celeridad.

Las primeras estimaciones del Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), la entidad pública del Gobierno que cubre los riesgos extraordinarios, apuntaban inicialmente a que la reparación de los daños costaría unos 30 millones, pero conforme han pasado los días y se ha ido evaluando las consecuencias de la tromba de agua la cifra se ha ido engrosando. «La situación es angustiosa  para muchas empresas. Algunas incluso se plantean no volver a abrir», afirmó a este diario María Jesús Lorente, presidenta de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) de Zaragoza, una organización que está siendo especialmente activa en prestar apoyo y asesoramiento a todos los damnificados.

Las solicitudes de indemnización presentadas al Consorcio ascienden hasta ahora a 2.946, de las que casí el 85% corresponden a viviendas y automóviles y el 15% restante a empresas (66 de industrias y 380 de comercios y pequeños negocios). El impacto económico de los daños, sin embargo, recae sobre estas últimas, unos destrozos que se concentran en tres grandes puntos negros: Cadrete, Cuarte y La Cartuja Baja.

40 sofás a la basura

Las afecciones sufridas por las empresas son muy variadas. Tejados y claraboyas dañados por el granizo, paredes que se han venido abajo e infraestructuras de todo tipo que se han visto deterioradas por las inundaciones registradas en varias zonas industriales. Buena parte de las pérdidas se deben a la maquinaria que ha quedado obsoleta en las industrias anegadas. El lodo y el agua también han echado a perder grandes volúmenes de manufacturas, productos y materias primas. «Hay empresas que han perdido el cien por cien de su estoc. Una fábrica de sofás, por ejemplo, ha tenido que tirar más de 40 a la basura», lamentó Lorente.

Para dar soporte a los afectados, Cepyme ha habilitado un formulario en su página web para que las empresas afectadas, sean socias o no de esta organización, pueden comunicar los siniestros sufridos, una información que quedará recopilada en el informe de años que está elaborando la Subdelegación del Gobierno en Zaragoza.

La patronal viene manteniendo contactos tanto con la Delegación del Gobierno en Aragón como con el resto de Administraciones Públicas, con objeto de obtener la declaración de zona catastrófica y facilitar la tramitación de las ayudas. Los ayuntamientos de Zaragoza y Cuarte anunciaron a los pocos días de la tormenta que solicitarían al Ejecutivo central esta calificación, pero todavía no han acabado de elevar los pertinentes informes sobre los daños, por lo que todavía no es posible su aprobación de este mecanismo. Los empresarios confían en que los documentos municipales lleguen a Madrid en los próximos días y que el Consejo de Ministros de la próxima semana dé luz verde al real decreto que debe articular las medidas paliativas.

El subdelegado del Gobierno en Zaragoza, Jorge Pastor, se reunió precisamente el pasado lunes con las empresas e industrias afectadas, un encuentro en el que participó la propia Lorente o el director general de CEOE Aragón, Jesús Arnau. La cita sirvió para evaluar la situación y clarificar algunos conceptos sobre las ayudas.

De todos modos, la mayoría de las pérdidas causadas por la tromba serán asumidas por los seguros privados y el mencionado Consorcio. El objetivo que se ha marcado esta entidad pública es que en dos meses se hayan resuelto y pagado el 80% de las solicitudes de indemnización tramitadas.

Desde Cepyme reiteran su disposición a prestar apoyo y asesoramiento a todos los afectados y recuerdan que las cuantificaciones de daños que ahora se hagan son provisionales. «Lo más importante es que por un tema de tramite burocrático nadie se quede fuera de juego», señaló Lorente. El alcalde del barrio rural de La Cartuja ha ofrecido además locales a las pequeños negocios que siguen teniendo sus instalaciones impracticables.