Trabajo apunta a las vibraciones en el túnel de Goya como posible causa de la muerte de un trabajador

La inspección investiga si los temblores al pasar los trenes de alta velocidad provocaron el desprendimiento de tierra que le dejó semienterrado tras sufrir un fuerte golpe contra la tubería.

El operario fallecía este martes en el Miguel Servet tras cinco días hospitalizado y donde ingresó con heridas graves "en la cabeza y en el tórax".

Zanja de la avenida Goya donde se produjo el accidente laboral que le ha costado la vida a un operario.

Zanja de la avenida Goya donde se produjo el accidente laboral que le ha costado la vida a un operario. / ANDREEA VORNICU

El trabajador que resultó herido la semana pasada durante las obras de renovación de tuberías en la confluencia entre la avenida Goya y el paseo Sagasta de Zaragoza murió ayer en el hospital Miguel Servet, donde permanecía ingresado desde el pasado viernes, como consecuencia de las graves heridas que sufrió.

El fallecido trabajaba en el interior de una zanja de 2,5 metros de profundidad cuando se desprendió parte de la tierra de una de las paredes, que terminó dejándole semienterrado y golpeándole contra la tubería. Su muerte eleva en lo que va de año a 21 las personas que han perdido la vida en Aragón en accidente laboral, diez de ellas durante estos dos últimos meses de verano.

La víctima era un operario de la empresa MLN, a la que el ayuntamiento le había encargado estos trabajos entre Goya y Sagasta para la renovación de tuberías. Se trabaja en dos puntos diferentes de actuación, uno en la avenida y otro en el paseo, y el trabajador se encontraba en el primero cuando se desencadenó el accidente. Un siniestro en el que, según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, pudo estar motivado por las vibraciones del túnel por el que discurren los trenes de alta velocidad y que recorren todo este eje entre la estación de Miraflores y la intermodal de Delicias.

Sigue la investigación

Al menos eso es lo que hizo constar el inspector de Trabajo en una primera evaluación de lo ocurrido, el mismo viernes en el que se produjo el accidente, y que obra en poder de todas las partes implicadas en el siniestro. No es una conclusión definitiva ni el único condicionante que se señala, pero detalla que en un momento dado de los trabajos, una de las máquinas que trabajaba en la zanja llegó a tocar la bóveda de hormigón que protege el corredor ferroviario subterráneo del subsuelo de la avenida y el exterior, y sin quedar totalmente al descubierto, esta sí que pudo haber aumentado las vibraciones que habitualmente ya se perciben incluso con la calle sin zanjas abiertas. Estos temblores pudieron desencadenar el desprendimiento de tierra que acabó afectando al operario ahora fallecido.

De hecho, las consecuencias para él de este inesperado accidente han acabado siendo letales, pero en un primer momento se confiaba en su recuperación porque a la hora de trasladarle al hospital se encontraba consciente. Aunque al llegar al hospital se conoció el alcance de las heridas y eran de gravedad, con daños de consideración «en la cabeza y en el tórax», según las fuentes consultadas por este diario. La tragedia se confirmó ayer, después de estar casi cinco días hospitalizado y, para las fuentes oficiales, siempre con pronóstico reservado.

Ayer, cuando se conoció su fallecimiento, el Ayuntamiento de Zaragoza trasladó sus condolencias a sus familiares y amigos, y aseguró estar en contacto con MLN para recabar toda la información sobre las causas y las circunstancias que rodearon al accidente. El sindicato UGT también mostró su pesar por el enésimo fallecimiento de un trabajador durante las últimas semanas y recordaron al consistorio que antes de la ejecución de estas obras se debe «realizar estudios geotécnicos para conocer el tipo de estructura de contención» y «conocer las características de composición del terreno».

"Algo se está haciendo mal"

Será la Inspección de Trabajo la que arroje luz sobre lo ocurrido en una investigación que sigue abierta. De hecho, estos próximos días estaban citados varios de los testigos y responsables de la obra para tratar de esclarecer lo ocurrido el pasado viernes.

Mientras, el director de la Inspección de Trabajo en Aragón, Román García, consideró en declaraciones a este diario que «algo está pasando en Aragón» y «algo se está haciendo mal» porque ya se han contabilizado 21 fallecidos en la comunidad en lo que va de año (11 en los dos últimos meses)

A su juicio, la situación obliga a realizar «una reflexión profunda» y «volver a repensar qué se puede hacer» para evitar que haya muertos en el trabajo, algo que consideró una «tragedia». García apostó por llevar a cabo acciones «potentes» y «decididas» y adoptar «las medidas que sean necesarias». Aragón cuenta desde 2022 con una nueva Estrategia de Seguridad y Salud laboral para los próximos cinco años en el marco del diálogo social.

La siniestralidad laboral será, por tanto, uno de los asuntos que tendrá que abordar el nuevo Ejecutivo de Jorge Azcón, dada la gravedad de los hechos, una vez que se haya completado la estructura de la consejería de Economía, Empleo e Industria. Precisamente, quien ocupe la dirección general de Trabajo será Jesús Divasson, que repetirá en el cargo.

Los accidentes laborales registrados en los últimos meses «han de estar en el centro» recalcó Román García, que incidió en que la mayor parte de las muertes se han producido en actividades tradicionales. Los sindicatos, empresarios, la Inspección de Trabajo y el nuevo Gobierno de Aragón se reunirán a partir del mes de septiembre para definir y decidir qué programas se aplican el próximo año.