Traspaso a la vista: la tienda Abalorios de Zaragoza busca relevo

Narciso Biezma mantendrá el negocio abierto hasta final de este 2023

Un negocio que emprendió con su mujer y que lleva abierto 39 años

Narciso Biezma abrió la tienda junto con su mujer hace 39 años.

Narciso Biezma abrió la tienda junto con su mujer hace 39 años. / ANDREEA VORNICU

El comercio pequeño y centenario está atravesando un mal momento en Zaragoza. Cada vez son más las tiendas que deciden bajar la persiana en la capital del Ebro debido a la dificultad de encontrar un relevo generacional o a la falta de emprendimiento en tiempos de dificultades económicas. Negocios que eran comunes como droguerías, zapaterías o bares históricos han tenido que poner el cartel de 'se traspasa' en sus escaparates durante los últimos meses.

La imagen del centro de Zaragoza ha cambiado. Antaño, el pequeño comercio daba colorido a unas calles repletas de gente en busca de un producto específico y de calidad. Ahora, este tipo de negocio ha ido perdiendo fuelle para dar entrada a grandes franquicias que tienen el objetivo de vender cuanto más mejor y centrarse menos en el trato personal o en el contacto con el cliente.

Hace cuatro décadas, en el número cinco de la calle Espoz y Mina, abrió sus puertas Abalorios. Una pequeña tienda de bisutería fruto del emprendimiento de Narciso Biezma y su mujer. Tiempos donde no había miedo a montar un negocio sin saber qué les depararía el futuro. “Comenzamos de cero, antes no había temor a emprender con algo novedoso. Empezamos vendiendo collares por las fiestas de los pueblos en una mesita. Esto nos empezó a motivar para dar el salto a abrir nuestro propio negocio”, comenta Narciso.

Narciso Biezma con parte de su inventario.

Narciso Biezma con parte de su inventario. / ANDREEA VORNICU

El cartel de 'se traspasa' lo tuvo que poner hace unos meses y desde entonces se han interesado cinco personas por el negocio. “La última persona interesada ha sido una clienta de toda la vida que vino este lunes. Tiene pensado montar algo para su hijo, pero ahí se ha quedado la cosa”, explica. Lo que tiene claro el propietario es traspasarlo con todo el género y que siga acudiendo la misma clientela que siempre.

Una decisión complicada

La decisión de traspasar un negocio en el que llevas inmerso toda tu vida no es fácil. “He estado toda mi vida aquí con mi mujer y falleció de cáncer hace seis años. Se me hace muy cuesta arriba seguir aquí solo. Es un poco el cansancio de no estar acompañado por ella cuando lo he estado toda la vida. Aunque tenga la edad de jubilarme tampoco me siento viejo y la tienda funciona”, comenta emocionado y orgulloso.

De momento, si no llega alguien interesado, su intención es seguir con la misma ilusión con la que abrió hasta 2024, fecha del cuadragésimo aniversario. “Acabaré los meses que quedan hasta finalizar 2023 en caso de que se traspase”, dice. El goteo de gente en la tienda es constante y los clientes más fieles continúan acudiendo y sorprendiéndose de su traspaso. “Anda que no lleva años abierta. Qué pena su cierre”, añade sorprendida una clienta.

Algunas de las muestras de su inventario.

Algunas de las muestras de su inventario. / ANDREEA VORNICU

Sin lugar a duda, lo que hace especial a este establecimiento es la forma artesanal de montar las cosas a mano y la exclusividad de sus piezas. “Lo hacemos con los materiales que tenemos artesanalmente. Las pulseras las fabricamos con los alicantes y buscando el cordón y la bolita que falta. No somos como las grandes tiendas que venden unos pendientes, abren la caja y ponen otros”, justifica.

“El pequeño comercio está evocado a desaparecer a causa de las grandes superficies comerciales"

Un cambio en el comercio del centro

Junto al paseo Independencia, los alrededores de calle Alfonso son una de las zonas comerciales más transitadas por zaragozanos y visitantes. Pero su situación ha cambiado considerablemente si echamos la vista atrás. Las franquicias se han hecho con el dominio de una calle donde el pequeño comercio era el protagonista hace unos cuantos años.

“El pequeño comercio está evocado a desaparecer a causa de las grandes superficies comerciales. Todo el mundo se ha acostumbrado a ir a este tipo de lugares porque tienen el valor añadido de poder pasar todo el día ahí. El pasear por las calles ya se circunscribe a los forasteros y extranjeros que vienen a visitar el centro”, añade lastimado. 

Según comenta Narciso, lo que hace únicas a tiendas como la suya es ese trato cercano y personalizado con cada persona que cruza la puerta. “Los clientes que entran buscan que les solucionemos en problema. En los otros comercios esto no se da. Ahora mismo acaba de entrar una clienta que había perdido una piedra. Yo le aconsejo y busco una solución a cómo ponerla”, declara.