URBANISMO

Críticas al nuevo aspecto de la plaza junto a la sede de Ibercaja en Zaragoza

Han desaparecido los parterres con césped y árboles y se han sustituido por losas de piedra gris y nuevos ejemplares, 16 en total, que todavía no dan sombra

La reforma ha sido impulsada por la entidad bancaria puesto que se trata de un suelo privado de su propiedad

Iván Trigo

Iván Trigo

La reforma de otra céntrica plaza en Zaragoza ha generado numerosas críticas en las redes sociales. En esta ocasión se trata del espacio comprendido entre el paseo Damas y el paseo Sagasta, junto al edificio de la sede de Ibercaja. Este espacio, propiedad del banco, ha sido transformado en las últimas semanas. Pero su nuevo aspecto no ha gustado a todos.

Y es que el nuevo aspecto de la plaza es menos verde que antes. Han desaparecido los tres parterres elevados que tenían césped y árboles y se han sustituido por unas losas de piedra gris similares a las que hay en el entorno. Sí que se ha instalado una fuente de chorros que salen del suelo en la esquina entre Damas y San Ignacio de Loyola, pero han desaparecido también las intervenciones artísticas que ocupaban un lugar señalado. Ahora, en cambio, se ha instalado un gran logo de Ibercaja.

En esta nueva plaza también se han colocado árboles, 16 en total (10 prunus y seis tilos), que son más que los que había antes (tres cipreses, un cedro, una albizia, un sauce y un ciruelo japonés). Sin embargo basta con recordar el espacio antes de las obras para darse cuenta de que este rincón del centro de la ciudad ha perdido mucho verde. Las obras han sido encargadas y ejecutadas por la propia entidad y no por el Ayuntamiento de Zaragoza, si bien muchos vecinos de la ciudad han mostrado su enfado por el nuevo aspecto del lugar.

Las críticas han venido por parte tanto de ciudadanos anónimos como de responsables políticos de la comunidad. El diputado de Sumar Aragón en el Congreso de los Diputados, Jorge Pueyo, ha recordado por ejemplo que las reformas acometidas en la plaza Santa Engracia y en Salamero también supusieron una disminución de los espacios verdes, si bien en esta ocasión el consistorio no ha sido responsable de la intervención en este espacio, que es privado y depende de la entidad bancaria.

Así ha quedado la plaza junto a la sede de Ibercaja

Andreea Vornicu

Según explicó Ibercaja en una nota de prensa el pasado mes de febrero, la plaza ha sido objeto "de una completa adecuación para eliminar barreras arquitectónicas y ofrecer al viandante una experiencia más transitable que permitirá generar nuevos espacios de convivencia ciudadana". "En las nuevas plazas, conforme al compromiso de Ibercaja con la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente, se ha previsto la instalación de un nuevo arbolado acorde a la estética de los espacios urbanos más próximos. Asimismo, se va a dar traslado a los ejemplares existentes (árboles y arbustos) a los jardines de la sede que la Entidad tiene junto al Monasterio de Cogullada", argumentaba la entidad.

Además de este espacio, Ibercaja también ha reformado el hall principal de su sede, y las zonas exteriores del paseo Constitución y la zona que queda entre esta vía y San Ignacio de Loyola en la parte trasera del edificio.

Algunos usuarios de Twitter (ahora X) han compartido imágenes del antes y el después de la plaza, criticando que el nuevo aspecto de la misma es "otra barbaridad de cemento". En la nueva plaza hay 16 árboles recién plantados, que son más de los que había antes, si bien ha desaparecido el verde del suelo.

Un gran logo de la entidad bancaria sustituye a las piezas que ornamentaban la plaza en el pasado.

Un gran logo de la entidad bancaria sustituye a las piezas que ornamentaban la plaza en el pasado. / ANDREEA VORNICU

En la nueva plaza se han colocado también unos elementos circulares de piedra para que la gente pueda sentarse si bien, al ser los árboles que han plantado todavía jóvenes, apenas hay sobra en la plaza, por lo que en pleno mes de agosto será complicado poder pararse y descansar. Además, esta especie de bancos sirven solo para una persona y están muy distanciados los unos de los otros.

Algunos vecinos han recordado entre críticas que Zaragoza es una de las ciudades más expuestas a los efectos negativos del cambio climático y que los veranos son en la capital aragonesa cada vez más calurosos, por lo que se necesitan espacios con más sombra y más verde para tratar evitar el efecto "isla de calor" que provoca la piedra y las zonas expuestas al sol.

"Es un horror"

A pie de calle, son muchas las personas que tuercen el gesto cuando contemplan el nuevo aspecto de la plaza". "A mí me da igual una cosa que otra, pero cierto es que antes era más verde", decía este lunes un señor, Luis, que contemplaba a los operarios que todavía trabajan sobre el terreno.

Otras dos mujeres paseaban agarradas mirando de reojo la nueva plaza. "Es moderna, pero menos verde. Diría que es fría, aunque cuando crezcan los árboles será otra cosa", decía Antonia. Y mientras opinaba, otra señora ajena a la conversación opinaba sin haber sido interpelada: "Es un horror. Esta idea de quitar el verde y ponerlo todo de cemento es horrible. Y faltan bancos, que es fundamental para las personas que vamos con mayores", decía la espontánea.