'The Telegraph' se enamora de Zaragoza: la ruta de bares y recomendaciones del diario británico

Una reportera del diario británico destaca de la ciudad su tranquilidad, su calidad-precio y la comida

Además del Pilar, le encantó el Museo Pablo Gargallo, el Teatro Romano o que el tranvía fuera tan barato

"Zaragoza es como San Sebastián antes de que los americanos ruidosos la arruinaran". Este es el llamativo titular con el que Emma Beaumont, reportera del prestigioso diario británico 'The Telegraph' comienza su reportaje sobre la ciudad.

Ahí se pregunta, después de visitarla, cómo pasa tan desapercibida teniendo patrimonio gastronómico (el ternasco le ha encantado), cultural (Goya), monumental (El Pilar) y su historia contada a través de palacios árabes o ruinas romanas. Y, sobre todo, siendo la quinta ciudad de España y contando con un vuelo directo desde Londres a través de Ryanair. No se lo explica.

Beaumont afirma que Zaragoza es más tranquila y que posee "una relación calidad-precio excepcionalmente buena". Lo primero que notó al llegar desde Barcelona es que tuvo que "desempolvar mi oxidado español" para coger un taxi (en Barcelona era más fácil encontrar angloparlantes).

La Basílica del Pilar

"Todas las calles de Zaragoza parecen conducir a la plaza de la catedral, una de las más grandes de Europa", relata. Ahí está el Pilar, "una joya barroca que cuenta con el interés adicional de los frescos en el techo pintados por Goya". Además, se fija en que quedan marcas de la Guerra Civil, que sirven para recordar los horrores de esta época en España.

Ahora bien, lo que de verdad enamora a la reportera es la ruta gastronómica que emprendió repleta de lugares que todo buen zaragozano conoce.

La ruta gastronómica de 'The Telegraph'

"La comida es vida en Zaragoza". Emma comenzó el día desayunando en la churrería La Fama para comer espeso chocolate con "un par de barras de masa frita espolvoreadas con azúcar", es decir, churros. "Parecía deliciosamente congelado en el tiempo", dice del local.

Tras ello, al Mercado Central para visitarlo y de ahí al Tubo, "que tiene un ambiente carnavalesco casi todos los días del año". Empezó en Doña Casta para comer una croqueta con champiñones y después acudió a Bodegas Almau, donde probó una tapa de anchoa. Por último, al Meli Melo.

Fachada de Doña Casta, uno de los nuevos Soletes de Aragón.

Fachada de Doña Casta, una de las visitas de 'The Telegraph'. / S. E.

Aquí aprovecha para meterle una pullita a San Sebastián: "Estaban tan buenos como en cualquier lugar de la sagrada San Sebastián, pero a mitad de precio y sin grupos ruidosos de americanos que intentan canalizar su Anthony Bourdain interior". El Lateral tampoco faltó en su ruta.

Su cultura

"No se queda atrás culturalmente", dice Emma. Destaca el Museo Goya, "una cita obligada", aunque "aún es mejor el Pablo Gargallo". También visitó La Aljafería, que resultó "un placer ver la arquitectura árabe tan al norte".

También le gustó que se pueda ir a las principales atracciones andando y que el tranvía cueste tan solo 41 céntimos. En definitiva, "cumple con todos los requisitos para una sencilla escapada a la ciudad".

Lo más destacado

A modo de test rápido, Emma dice qué es lo más valorado en diversos aspectos:

  • El rincón más cool: La zona universitaria
  • Visita obligada: Más allá de la basílica, el Teatro Romano.
  • Plato estrella: Ternasco
  • Mayor exportación: Frutas de Aragón.
  • Dato curioso: Zaragoza es banco de pruebas de productos o comida ("si falla aquí, no se extiende al resto del país").
  • Su equivalente británico: Birmingham, aunque con notas de York.