Los voluntarios de la Red de Apoyo de Delicias, en Zaragoza, piden ayuda para pagar el alquiler de su local

Hace casi cuatro años, cuando el confinamiento provocado por pandemia de covid hizo estragos en la economía de miles de zaragozanos, surgió la Red de Apoyo y Cuidados del barrio de Delicias. Desde entonces han mantenido su actividad, donando lotes de comida a familias vulnerables y acompañando a personas mayores en sus rutinas diarias. Pero ahora es este entramado de voluntarios el que ha lanzado un grito de auxilio porque solo les quedan fondos para pagar el alquiler de su local «dos meses más». «Hay muchas familias que nos siguen necesitando, no podemos cerrar», dicen desde la plataforma vecinal.

En 2023 han prestado su ayuda de forma voluntaria a 93 familias, conformadas por 170 adultos y 104 menores. Un año antes fueron 189 familias. Entre los dos ejercicios, la Red de Apoyo de Delicias ha destinado 3.673,70 euros para comprar comida y materiales para los vulnerables. Todo el dinero proviene de donaciones de los propios vecinos y de la solidaridad de los comerciantes. «En la frutería Lorenzo del mercado de Delicias por cada 50 euros que compramos nos rebajan 20. Y en la pescadería Cañete nos dejan el pescado a tres euros el kilo. Sin ellos no podríamos comprar tanto», afirma una de las voluntarias de la red.

Pero el problema es que todos los fondos que reciben los destinan a comprar comida para las familias necesitadas del barrio, por lo que apenas cuentan con dinero para seguir pagando el alquiler. «Agradeceríamos que alguien nos cediera un local», piden. «No queremos dejar esta labor. Muchos dependen de nosotros. Necesitamos ahora de la solidaridad vecinal», aseguran.

Ayudar a los que ayudan

En la página web de la Red de Apoyo y Cuidados de Delicias aparece el número de cuenta para poder realizar donaciones. El teléfono de contacto es el 632 361 238.

En 2021, la asociación ya recurrió a la solidaridad de los vecinos del barrio para encontrar un nuevo local, puesto que el que utilizaban hasta entonces, en la calle Caspe, se inundó tras la rotura de una arqueta. Ahora esta red de voluntarios reparte ayuda desde un establecimiento en la calle Mariano Carderera.

Allí guardan los alimentos que donan a las familias vulnerables y también realizan actividades como cursos de música, que tienen lugar los lunes de 18.00 a 19.00 horas. «Pero no tenemos ni luz ni agua. Tenemos que trabajar de día o con linternas con batería que cargamos en nuestras casas», explica una de las voluntarias de la red.

Así, para poder seguir ayudando, la Red de Apoyo de Delicias, en su cuarto aniversario, es ahora la que pide ayuda a los vecinos de la ciudad para no cerrar el local del que tantos dependen. 

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