MOVILIDAD URBANA

Zaragoza se protege frente a la alta contaminación con una 'Zona Cero'

La nueva ordenanza de Movilidad delimita y define un protocolo que ya fue aprobado en 2019

El tráfico quedaría restringido en el caso de que se superasen los umbrales de alerta

Zaragoza delimitará una 'Zona Cero' por si se dan episodios de alta contaminación.

Zaragoza delimitará una 'Zona Cero' por si se dan episodios de alta contaminación. / Jaime Galindo

Alberto Arilla

Alberto Arilla

La nueva ordenanza de Movilidad que está preparando el Ayuntamiento de Zaragoza, que en estos momentos está en una fase inicial de anteproyecto –al que aún le faltan retoques y el visto bueno del resto de grupos municipales–, supondrá un hito para la capital aragonesa al compilar muchas normativas en un mandato municipal que servirá, a su vez, para seguir desarrollando algunas materias (como la nueva regulación, con edad mínima y casco obligatorio, para los patinetes) e incidir en otras que ya estaban contempladas en distintos protocolos y normativas.

Es el caso, por ejemplo, de los episodios de alta contaminación y sus posibles consecuencias para las vías urbanas de la ciudad. En ese sentido, y pese a que, afortunadamente, Zaragoza no ha llegado nunca a sufrir una coyuntura de ese tipo, la capital aragonesa quiere estar prevenida y tener un margen de actuación claro y definido por si se da el caso, en base al protocolo que ya estaba recogido, desde 2019, dentro de la Estrategia de Cambio Climático, Calidad del Aire y Salud de Zaragoza (ECAZ 3.0), contemplando incluso la creación de una Zona Cero.

De esta forma, el anteproyecto de la ordenanza recoge, en su artículo 26, las medidas extraordinarias que se podrán tomar «durante episodios de alta contaminación atmosférica», que afectan especialmente a la «restricción total o parcial del tráfico», así como a la «prohibición del estacionamiento de vehículos» y a la «limitación de la velocidad», todo ello dentro del término municipal de Zaragoza y «previa amplia comunicación».

En el supuesto de que los niveles de contaminación atmosférica alcanzasen límites por encima de los umbrales establecidos, la capital aragonesa delimita una Zona Cero sobre la que se actuaría, llegado el caso, con las medidas ya citadas: restricciones al aparcamiento en calzada y prohibición de la circulación de vehículos a motor, tanto en el interior del ámbito definido como en los viales que forman el anillo que lo rodea. Dicha Zona Cero estará delimitada por los paseos Echegaray y Caballero, María Agustín, Pamplona, Constitución y de la Mina; y por las calles Asalto y Monreal. Las restricciones se mantendrían durante todos los días que se mantuviese activado el nivel de alerta correspondiente. La señalización para estos episodios será portátil y estará situada en los puntos de acceso a la Zona Cero o en su circunvalación.

Excepciones

Asimismo, la nueva ordenanza contempla algunas excepciones, entre las que se encuentran el transporte público colectivo; el transporte regular de uso especial escolar y laboral; los vehículos de movilidad personal (como bicis o patinetes); varios vehículos que tengan etiquetas como cero emisiones, ECO o C (taxis, VTC, residentes, etc.); los servicios esenciales; vehículos con masa máxima autorizada, aunque si supera los 3.500 kilos solo podrán acceder en horario nocturno para carga y descarga, o en cualquier horario si son híbridos o eléctricos; y también quedan exentas las unidades móviles de producción y retransmisión audiovisual, siempre que tengan el distintivo cero emisiones o ECO.

Por último, en la misma línea de actuación frente al cambio climático, el documento provisional que recoge la nueva ordenanza también contempla que el ayuntamiento deberá aprobar otro texto que regule las Zonas de Bajas Emisiones conforme a las leyes estatales y europeas. 

La implantación definitiva de las Zonas de Bajas Emisiones, aún sin fecha

Zaragoza sigue trabajando en los objetivos europeos de convertir las grandes ciudades en lugares climáticamente neutros. El pasado 2022, el consistorio ya aprobó una primera zona de bajas emisiones «provisional», con el objetivo de ir concienciando a la ciudadanía, aunque todavía sin sanciones. Comprende el paseo Echegaray y las calles San Vicente de Paúl, Coso, Conde Aranda y Mayoral.

En la última comisión de Movilidad y Medio Ambiente, el ayuntamiento aseguró que aún no hay plazos para la implantación definitiva de la zona de bajas emisiones, que deberá desarrollarse conforme a las normas estatales y europeas.

La Policía Local, por su parte, sigue realizando advertencias en la zona de bajas emisiones provisional, pero no existe un registro de cuántas se han realizado en los meses que lleva creada, ya que, sostienen desde el consistorio, «no sería operativo hacerlo día a día».