Sector inmobiliario

Dos nuevas marcas de renombre y 90 viviendas de alquiler flexible llegan al paseo Independencia de Zaragoza

La constructora Lobe adquiere el edificio colindante a la antigua sede de Telefónica, en el número 37, y lo convertirá en apartamentos con servicios para cortas o medias estancias

La consultora Vatena ha sido la encargada de dar forma al proyecto y tendrá la exclusividad para comercializar los dos locales de la planta baja y el entresuelo con marcas "famosas, de las conocidas por todos"

Edificio del paseo Independencia, número 37.

Edificio del paseo Independencia, número 37. / MARÍA MUÑOZ

Alberto Arilla

Alberto Arilla

La vivienda flexible ('flex living') aterrizará en Zaragoza próximamente. Se trata de un concepto novedoso de pisos en alquiler, dotados de servicios, y pensados para cortas y medias estancias que variarán en función de las necesidades del consumidor. Así lo explican desde la constructora Lobe, cuyos fundadores, la familia Bandrés, han firmado este lunes la compraventa del inmueble situado en Independencia, 37 (junto a la antigua sede de Telefónica). Vatena será la consultora inmobiliaria encargada de dar forma al proyecto que, de momento, no tiene plazos. En total, habrá 90 apartamentos, que serán estudios y pisos de uno o dos dormitorios, así como espacios comunes de 'coworking', terraza o gimnasio. De esta forma, se combina "autonomía del hogar con los servicios de un hotel", en un edificio que tiene más de 8.200 metros cuadrados construidos.

Además de este nuevo tipo de alquiler, que ya está implementado en otras grandes ciudades como Barcelona o Madrid, se rehabilitarán los dos locales de la planta baja y del entresuelo (cada uno cuenta con más de 600 metros cuadrados) para comercializarlos con marcas de renombre, una función en la que Vatena tendrá exclusividad. Cabe recordar que la estrategia de las grandes firmas en los últimos tiempos está virando hacia ese modelo de negocio, con grandes locales en superficies en el centro de la ciudad, como la nueva tienda de Zara, que se ubicará en el antiguo edificio de la CAI, o el fallido proyecto de Primark, precisamente, en el antiguo inmueble de Telefónica, justo al lado del que acaba de adquirir Lobe.

En cuanto al precio, desde Vatena aseguran que será variable "en función de la demanda de cada momento". En ese sentido, uno de los socios principales de la consultora, José María Navarro-Rubio, reconoce que ya hay un operador único, resultante tras una selección previa, con el que se está trabajando para la parte residencial y cuyo nombre se conocerá cuando se rubrique en el contrato. Asimismo, Navarro-Rubio también admite que ya se están entablando contactos con "marcas de las famosas, de las conocidas por todos", que ocuparán los locales comerciales.

Por otro lado, el tipo del residente de esta novedosa forma de alquiler no será similar al de grandes ciudades como Madrid. O, al menos, "esa es la idea del proyecto", según Navarro-Rubio. "Zaragoza no va a ser de lujo, sino que los precios serán más asequibles", explica el socio de Vatena, que habla de perfiles que van desde los profesionales que se encuentren en la capital aragonesa para proyectos de dos o tres meses hasta una pareja de recién casados o un estudiante que viene a pasar un año a la ciudad, por citar algunos ejemplos. Tiempos de estancia variados que en ningún caso están pensados para largos períodos.

Desde Lobe, por su parte, consideran que la inversión final "todavía está por definir", ya que a la compraventa del edificio hay que sumarle la posterior reforma del mismo, algo que hace que tampoco se puedan marcar unos plazos en cuanto al tiempo que se podría tardar en ofrecer ambos servicios, residencial y comercial. En cualquier caso, desde la constructora subrayan que el proyecto "no solo promete ser un referente en el ámbito residencial", sino que "también revitalizará el espacio comercial en una de las arterias de la ciudad".