LOS DETALLES DEL PROYECTO

La primera grada de la nueva Romareda se estrenará ya la próxima temporada

Algunos asientos del Gol Sur estarán disponibles a finales de la campaña 2024/25

Durante la obra, el campo tendrá siempre capacidad para 20.000 personas

Vídeo | Así son los modelos 3D del proyecto de La Romareda

El Periódico de Aragón

Iván Trigo

Iván Trigo

La ejecución por fases de la construcción de la nueva Romareda, en Zaragoza, va a permitir, al menos sobre el papel, que el estadio disponga siempre y a lo largo de los cuatro años que duren los trabajos de un aforo como mínimo de 20.000 aficionados. La primera grada del viejo campo es la del Gol Sur, la que da a la calle Jerusalén, y está previsto que a finales de la temporada 2024-2025 entren ya los primeros aficionados en la que será la primera parte nueva del templo blanquillo.

De esta manera se permitirá seguir disponiendo de un número suficiente de asientos, ya que en el verano de 2025 se procederá a la demolición de la Tribuna Este, la que da al paseo de Isabel la Católica. Cuando eso ocurra deberán estar ya disponibles algunas butacas en el nuevo Gol Sur para poder dar cabida a los abonados que ya no puedan sentarse en la grada que se derribará entonces.

Según el cronograma detallado de las obras dado a conocer este lunes por el arquitecto del proyecto, César Azcárate, las obras se van a dividir en cinco fases, la primera de las cuales comenzará este mismo verano y terminará a finales de 2024 o principios de 2025. Entonces habrá desaparecido el Gol Sur, el edificio de la antigua Gerencia de Urbanismo, el Cubo, y se habrán puesto los cimientos y los muro de parte de los sótanos.

Las fases de la obra

La Tribuna Este desaparecerá en el verano de 2025; la de Preferencia, en el verano de 2026; y el Gol Norte, en el verano de 2027. El verano de 2028 se utilizará para montar la cubierta y los asientos de este último graderío y lo último que se colocará es la cubierta, lo que significa que hasta que no acaben las obras los aficionados que ocupen asientos de las zonas nuevas construidas no estarán protegidos de la lluvia ni el sol.

Uno de los aspectos más significativos de la silueta de La Romareda, según su aspecto actual, son las torres de iluminación, que no desaparecerán de golpe. Las cuatro seguirán en pie hasta el verano de 2025, cuando se demolerán las dos situadas en el paseo Isabel la Católica. La tercera en caer será la situada en Eduardo Ibarra junto a la calle Jerusalén, en el verano de 2026. Y en el verano de 2027 se desmontará la última, la más cercana al Auditorio.

Todo esto será si se cumple el plan previsto, para lo que habrá que saber qué dice LaLiga. Esta semana está prevista una reunión entre el organismo que rige la competición y el Real Zaragoza, si bien los directivos del club no quisieron este lunes dar detalles sobre el encuentro pese a las preguntas de los periodistas.

Y es que tal y como avanzó EL PERIÓDICO, los responsables de la sociedad Nueva Romareda –conformada por la DGA, el club y el Ayuntamiento de Zaragoza– están trabajando en una o varias alternativas en caso de que el desarrollo de las obras impida al equipo maño jugar su casa. «Tenemos que barajar todos los requerimientos que nos hacen para garantizar la seguridad y minimizar las molestias a los aficionados», afirmó la alcaldesa de la capital aragonesa, Natalia Chueca.

«Buenísima noticia»

Y es que ese plan alternativo a La Romareda, que desde el ayuntamiento antes relegaban a un plano hipotético, es algo que ya se está «valorando y estudiando», afirmó Chueca. Eso sí, «no hay nada decidido», si bien según ha podido saber este diario, la opción predilecta en estos momentos es la construcción de un estadio provisional en los terrenos del Parking Norte de la Expo. «Tenemos que ver cuáles son las opciones dentro y fuera de Zaragoza», explicó, aunque se va a intentar evitar, como premisa principal, tener que viajar fuera de la ciudad. Sobre todo si la imposibilidad de jugar en La Romareda se alarga más de lo esperado.

En función de la alternativa que se escoja –que aunque no llegue a utilizarse debe comunicarse a LaLiga–, habrá que ver quién se hace cargo de su coste. «Habrá que ver cuál es finalmente el plan b y en función del que sea se verá quien lo asume. Pero lo normal es que lo financie la propia sociedad», es decir, el club, el ayuntamiento y la DGA, afirmó la regidora. 

No obstante, Chueca, quizás anticipándose a próximos acontecimientos, quitó hierro a la posibilidad de tener que jugar fuera de casa, pese al coste extra que ello supondría. «Si ese plan b se asume y eso permite que las obras del estadio terminen antes sería una buenísima noticia». Y es que llegar a 2027, año electoral, con el estadio terminado –o casi– sería una baza a la que es difícil resistirse. 

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